sábado. 20.04.2024

España va bien. O le ha ido muy bien. O "está chupao", como muy gráficamente resumió un exjugador internacional hoy comentarista de pro. Todo ello referido al sorteo de los grupos del próximo Mundial de fútbol de Alemania 2006.

La diosa Fortuna ha sonreído a la Selección deparándole un grupo “tirao”. Dos parias del deporte rey, Arabia Saudí y Túnez, y un equipo con mayor nivel, pero de la Segunda División europea, Ucrania, a pesar de su magnífico Shevchenko. Tales son los mimbres de un cesto que nos obliga a superar sin problemas esta fase, y, es más, a liderar el grupo. De no ser así, el fracaso será tremebundo.

Decían que el exentrenador del Real Madrid y exseleccionador, Miguel Muñoz, tenía una flor en el trasero a la hora de los sorteos, como después se achacó a otro exseleccionador, Clemente. Y era verdad, pero no lo es menos que semejante atributo lo posee igualmente el actual entrenador de la Selección, el inefable Luis Aragones. Porque de los equipos cabezas de serie, España ha sido el más favorecido con sus rivales. Aunque en futuros cruces de octavos y cuartos, el panorama se presente algo más complicado, pero a esas alturas ya no quedan chollos tipo Túnez o Arabia Saudí.

Claro que más a huevo lo tuvo la Selección en el anterior Mundial, el de Corea del Sur-Japón 2002, cuando cayeron en primera fase Argentina, Italia, Francia e Inglaterra y fuimos incapaces de derrotar a los propios coreanos -otros parias, por mucho que fuera país co-organizador- en cuartos, perdiendo finalmente en los penaltis. Como en el Europeo más cercano, el de Portugal 2004, en el que hicimos el más increíble de los ridículos, al no superar ni la primera fase.

O sea, que aunque se nos haya aparecido la Virgen en este sorteo, nada garantiza que no protagonicemos un nuevo y desconsolador fiasco que unir a la casi eterna cadena anterior. Ojalá no se así porque, por técnica individual, nuestros futbolistas son de lo mejor del mundo. Aunque por entrega, lucha y 'bemoles' la cosa cambie. A ver si no se cumple el maleficio de no pasar de cuartos de final. A ver. Que uno hasta se anima a creer en los milagros laicos.

Pan comido
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