El mejor. De largo. El Barça se proclamó el miércoles campeón de Liga, la segunda consecutiva de un equipo que ha dejado claro que el fútbol es colectivo y para divertirse. Esas son las dos bases de una plantilla espectacular. El Barça tiene los mejores jugadores de la Liga y ésta sólo la gana el mejor equipo, el más constante, el más cohesionado, el que posee a los tipos con más talento. Todo eso es el Barça de hoy. No es extraño que el barcelonismo disfrute tanto. Este Barça marca época.
Esta segunda Liga es la consolidación de la 'era Ronaldinho'. Ganar la Champions en París será la coronación. El FC Barcelona tiene en sus filas al mejor jugador del mundo y eso marca. Sirve de poco, sin embargo, si junto a él no hay jugadores ganadores, agresivos o motivados. La confección de esta plantilla ha respondido plenamente al circulo virtuoso prometido en su día.Y además, este equipo ha tenido en Rijkaard al mejor coordinador de un grupo de estrellas. Eso no es fácil, pero el técnico holandés ha sabido conjuntar un equipo, satisfacer a los jugadores y mantener un vestuario unido con un sistema de juego claro. Ahora nadie se acuerda, pero esta temporada empezó difícil para Rijkaard. Debía gestionar el colectivo después de sentar a Ronaldinho y Deco. Y lo ha hecho bien, muy bien.
El Barça ha ganado con mucha claridad esta Liga, como lo hizo con la pasada. Este club ha logrado poner muchos kilómetros de distancia con sus perseguidores en la Liga española y ha desterrado en dos años y medio a su gran adversario.
Las claves siempre son muchas en el éxito, pero es incuestionable que se ha sabido hacer un gran equipo, capaz de hacer historia. Hace casi tres años era impensable soñar que la transformación se realizaría en tan poco tiempo. Pero el Barça ha vuelto a ser el club competitivo que merece su gente en un tiempo absolutamente récord. El Barça ha ganado con claridad esta liga porque es muy superior. Y algo más importante: tiene una plantilla de futuro. Esto es sólo el comienzo.
