La Asociación de Consumidores y Usuarios de Lanzarote (Aculanza), con su presidente el frente, Fernando Jiménez, sigue su particular cruzada para cambiar la ubicación de no pocas antenas de telefonía móvil malcolocadas por toda la capital de la Isla. Este jueves la asociación convocó una reunión en la Sociedad de Altavista con miembros del colectivo vecinal Padre Claret. Más de 30 personas acudieron a la convocatoria, como indicó este viernes en la 95.8 Jiménez. Todo un éxito para Aculanza.
La asociación lleva tiempo informando a vecinos de toda la ciudad de los peligros constatados de las antenas de telefonía móvil. Y la asistencia al encuentro de este jueves de vecinos de Argana, Valterra y padres del colegio Antonio Zerolo ha motivado a la asociación para recorrer todos los barrios de Arrecife llevando sus conclusiones a cada rincón de la ciudad.
Las próximas reuniones se intentarán hacer con la participación de asociaciones de padres y madres de los colegios en cuyas inmediaciones hay este tipo de antenas.
Aculanza lleva a los vecinos documentos científicos solventes, que aunque no demuestran con contundencia, sí evidencian la posibilidad de que las antenas podrían resultar muy nocivas para la salud. “Hay evidencias de que los casos de leucemia en los niños son más frecuentes en las zonas cercanas a las antenas. Y si hay evidencias, lo que no podemos esperar es que se de un caso” en Lanzarote.
Aculanza quiere además lanzar una campaña para exigir responsabilidad social a las grandes empresas de telefonía. “Telefónica ha ganado más de 8.500 millones de euros el año pasado. Con tantos beneficios, deberían al menos mejorar las instalaciones”, dijo Jiménez.
Argumentos a favor de la peligrosidad de las antenas
El informe del profesor William Stewart, presidente del Consejo Nacional de Protección Radiológico del Reino Unido, fechado en 2005, habla de “la evidencia de los efectos potencialmente dañinos se han hecho más evidente en los últimos cinco años”. El informe hace referencia a cuatro estudios de diez años de duración en Suecia, que sugieren que el uso excesivo de estos aparatos hacen más propensos a tumores de oído y cerebro, mientras que un estudio holandés sugiere cambios en funciones cognoscitivas. Otro infrome alemán insinúa el crecimiento de cáncer alrededor de bases de estaciones (antenas), mientras que un proyecto apoyado por la Comunidad Económica Europea demuestra evidencias de daños a las células.
El denominado estudio científico “Les telephones moviles, stations de base et santé” (los teléfonos móviles, sus estaciones base y la salud) realizado por el Gobierno francés, aconseja a los consumidores que limiten en lo posible la instalación y uso de estos aparatos como precaución frente a sus posibles efectos perjudiciales. Un estudio de la Universidad de Lovaina marca una distancia de protección mínima de 64 metros entre las antenas y las zonas habitadas.
El estudio de un laboratorio de Adelaida, Australia, dirigido por el director del proyecto internacional de campos electromagnético de la OMS, concluye que los ratones sometidos durante un año y medio a radiaciones similares a las que emiten las antenas de telefonía base en dos sesiones de 30 minutos cada día, producen un 50% más de tumores que los no irradiados”.