El alcalde de San Bartolomé, Isidro Pérez, ha informado este viernes en el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio de que se ha paralizado el proceso de demolición de los restos de la antigua discoteca Maui, situados en la Avenida Mamerto Cabrera de Playa Honda, tras la solicitud por parte de la propiedad de una medida cautelar al Juzgado al no estar de acuerdo con el derribo de la escasa infraestructura que aún se mantiene en pie. La situación, que supone un retraso en el procedimiento que se había abierto ya para terminar con un mamotreto horroroso que lleva décadas en una permanente ruina, ha enfadado notablemente al dirigente socialista, que no se esperaba que cuando todo estaba orientado hacia una solución sencilla aparecieran ahora estas nuevas pretensiones de unos propietarios que desde luego llevan mucho tiempo sin preocuparse de lo que ha sucedido en el inmueble.
"Hay informes de los arquitectos municipales que demuestran que eso está a punto del colapso. Hemos realizado contrataciones para demolerlo por ese colapso y los propietarios, de manera legítima, han solicitado una cautelar en el Juzgado que espero que en breves fechas llegue, se solucione, y que sea derribada la infraestructura que queda todavía en pie lo antes posible. Los propietarios no están de acuerdo con el derribo y han solicitado una cautelar para que no sea derribada y tengo que esperar al auto del Juzgado para saber qué sucede. Hay cuestiones que no son públicas y en este caso una vez que se ha decidido demoler con informes técnicos posiblemente la propiedad haya valorado que si se derrumba esa infraestructura que está allí esa parcela dejará de tener valor absoluto y no tendrá valor ninguno porque está afectada por servidumbre de carretera”, explicó el alcalde visiblemente molesto durante su intervención radiofónica. Es decir, aunque de manera legítima, como repitió el alcalde, los propietarios ahora parece que quieren sacar algo de dinero, un dinero que desde luego en el origen de la solución que se había buscado no aparecía por ninguna parte.
El primer edil indicó que debido a esta situación todo se ha paralizado a expensas de que el Juzgado se pronuncie pero también mostró su confianza en que no se conceda finalmente la cautelar y todo pueda seguir su curso. "Nosotros hemos requerido en muchas ocasiones a la propiedad y lo que tenemos claro ahora es que estamos a expensas de una medida con la que no estamos de acuerdo. Ya le garantizo que desde que no le concedan la cautelar, porque estoy convencido de que no se la van a conceder, demoleremos eso y estaré satisfecho de tomar una decisión por la estética de Lanzarote y sobre todo por la seguridad de los que van por la LZ-2 o por la Avenida Mamerto Cabrera”, aseveró rotundo.
Además, insistió en la necesidad de tirar abajo esos restos que se encuentran en medio de una carretera insular ya no sólo por estética sino también por una clara cuestión de seguridad. “Sobre la Maüi ya sabe que me puse en el empeño y hay que tomar decisiones valientes en demoler esa propiedad. Por una parte por la estética, que es horrible esa imagen y otra por la seguridad que es la más importante”, finalizó.
De esta forma vuelve a enquistarse una cuestión que comenzó con una disputa entre el propio Ayuntamiento de San Bartolomé y la Consejería de Obras Públicas del Cabildo de Lanzarote que dirige Jacobo Medina. El balón de la responsabilidad de asumir ese derribo fue pasando de mano en mano en un cruce constante de declaraciones en Crónicas de Lanzarote y de notas de prensa que llegó a su fin cuando el pasado mes de diciembre el consistorio municipal informó de que asumía el derribo. Con esta noticia parecía llegar a su fin esta historia que ahora con la aparición de los propietarios suma un nuevo capítulo más.
