La Delegación del Gobierno de Canarias ha comunicado este viernes al activista de origen uruguayo José Morales que tendrá que abandonar España tras rechazar las alegaciones presentadas contra el expediente abierto por la Brigada de Extranjería que pide su salida del país. De esta forma, dispone ahora de 48 horas para presentar nuevas alegaciones y evitar así su expulsión de España. Así lo han explicado fuentes relacionadas con movimientos prosaharauis en Lanzarote.
La Delegación del Gobierno en Canarias se la ha notificado este viernes al mediodía después de que Morales prestara declaración y presentara sus alegaciones por los sucesos ocurridos durante una manifestación prosaharaui en Arrecife el pasado 22 de julio.
Según el activista uruguayo, que lleva más de diez años residiendo en Lanzarote y que es padre de una niña conejera, a pesar de que sus alegaciones, a su juicio, qudaba más que demostrado que no cometió ninguna de las dos faltas graves que se le imputan -alteración del orden público y agresión a un agente de la Autoridad-, sus explicaciones y pruebas aportadas no han servido para nada.
En cualquier caso, y si llegara la decisión de expulsión irrevocable, Morales sería retenido durante un tiempo y trasladado posteriormente al centro de El Matorral, en Fuerteventura. Sin embargo, al activista uruguayo aún le quedan recursos vía judicial y ante el propio Diputado del Común -Defensor del Pueblo- y el Tribunal de Strasburgo.
Cabe recordar que Morales fue detenido durante la noche del 23 de juliotras un altercado con un policía nacional durante una manifestación pro-saharaui. El día anterior, según el expediente que le fue abierto, se encaró con un policía nacional de paisano que llegó a sacar su arma reglamentaria sin, según su testimonio, identificarse como agente del orden en ningún momento.