jueves. 28.03.2024

Basta darse una vuelta por la céntrica calle José Antonio de Arrecife para darse cuenta de que el eterno problema del ruido continúa sin tener solución para los vecinos. Y eso que acaban de celebrarse las llamadas ‘elecciones del cambio’. No es requisito indispensable pasar por esta vía a altas horas de la noche, ya que las distintas pintadas en paredes y los carteles patronales pidiendo que se respete el ‘descanso de los vecinos’ rebrotan el sentir de las personas que habitan viviendas colindantes al conocido área de bares y discotecas.

Residentes de la zona como el joven Beselch León Cebrian Duarte aseguran sentirse “totalmente decepcionados con los políticos en general”, porque “ninguno ha hecho caso” de las numerosas quejas que, de forma individual, colectiva o incluso asociada, se han trasladado por parte de los vecinos al Ayuntamiento de Arrecife, el Cabildo de Lanzarote, el Gobierno de Canarias y la Dirección Insular. “Simplemente con que sancionaran a las discotecas que incumplen la normativa, habrían cerrado muchos establecimientos”, apunta este vecino. “No entendemos por qué el Ayuntamiento no pone multas. Al contrario, lo que el Ayuntamiento ha hecho es seguir dando más licencias a bares de este tipo”.

Son muchos los que se cuestionan a qué se debe este aparente incumplimiento de la normativa por parte del Ayuntamiento. “Hay algo muy raro. Sospecho que debe haber algo de dinero de por medio porque al final, en realidad le está costando dinero al Ayuntamiento. Entre otras cosas, porque cada mañana tiene que ir una máquina de limpieza a la zona porque se queda hecha una porquería”.

El propio Ayuntamiento de Arrecife, en su página web oficial, califica el ruido como “un elemento contaminante de la calidad medio ambiental de la atmósfera de consecuencias terribles sobre la salud humana”. Hay que destacar en este sentido, que la Policía Local de Arrecife ha realizado algunas intervenciones relacionadas con el ruido, pero nunca contra los empresarios de la calle José Antonio.

En noviembre de 2010 se dieron un total de 26 intervenciones por ruidos en domicilios particulares y en la calle. Ante la denuncia previa de los vecinos afectados, los agentes llamaron la atención a las personas que estaban en la calle haciendo ruido por la noche con el consiguiente perjuicio para el descanso de la ciudadanía. Asimismo, y como viene siendo habitual en los últimos fines de semanas, la Policía Local formula denuncias por botellón, “pero nunca van contra los empresarios, sino contra los jóvenes”, lamentan los vecinos.

Vandalismo

Más allá de la molestia del ruido en sí, entendido como “distracción, desorden, tumulto, el sonido no deseado por el receptor y que le molesta para la recepción del sonido en el que está interesado”, los vecinos se quejan de los actos que este tipo de ocio nocturno, asociado inevitablemente con la ingesta de alcohol, desencadena para la comunidad.

“El mobiliario, los coches, las viviendas, todos los vecinos estamos expuestos a estos daños. La señal de tráfico de la calle Coronel Bens, por ejemplo, ha estado tirada hasta cuatro veces ya”. En otra ocasión, relata este vecino, “entraron en viviendas para dedicarse a hacer destrozos en los rellanos. Han aparecido los buzones destrozados en infinidad de ocasiones y se han hecho incluso pintadas en el interior del portal”.

Aparte de posibles represalias, como los daños a coches de particulares que se han atrevido a denunciar a estos locales, otra consecuencia estriba en la dificultad de estos vecinos para vender sus viviendas. “Si acaso serían vendidas a bajo precio por este tipo de problemas. A pesar de los cerramientos de balcones, es imposible dormir muchas noches”.

Los vecinos aseguran que la respuesta de la Policía Local no es satisfactoria casi nunca. “Cuando llamamos a la policía de madrugada, dicen que se pasarán, pero solo hacen acto de presencia porque no tienen los aparatos adecuados para realizar las mediciones de ruido. No hacen nada, ni entran en la casa, simplemente van a la puerta del bar y se van al rato”.

Algo que demuestra para los vecinos cómo se están haciendo las cosas desde el Ayuntamiento es el hecho de que en alguna ocasión la Policía se ha personado en alguna de las viviendas de residentes afectados por el ruido, pero lo han hecho “un martes, a las doce y cuarto de la noche y sin avisar. Es descarado. Así consiguieron que archivaran una denuncia que mantenía desde hacía dos años, porque me negué a que en ese momento hicieran la medición”, sostiene.

Los vecinos no comprenden que estos locales no tengan “nada insonorizado, ni aires acondicionados ni extractores de humo”, causantes también de más ruido. Considera, además, que la gente en general es muy poco comprensiva con este problema, a menos que no lo padezcan en carne propia.

Regresa la batalla contra el ruido en Arrecife
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