viernes. 19.04.2024

Según datos facilitados por el director general de Tráfico, Pere Navarro, los accidentes mortales en moto han aumentado hasta un 27 por ciento. También ha asegurado que si se cumplieran escrupulosamente los límites de velocidad se evitarían mil muertes al año en las carreteras.

Humberto Márquez es el propietario de Motobici Márquez y asevera que “las estadísticas que da Tráfico son las que da y no se molestan en aportar otro tipo de informe como que la mayor parte de los clientes de algunas compañías aseguradoras son moteros o que la mayoría de los accidentes no son producidos por las motos sino por los coches”.

En su opinión, el mayor uso que se le da a este transporte en Lanzarote es para el desplazamiento al trabajo, de día y en buenas condiciones y piensa que “en Tráfico sólo dan los datos que les interesan”.

Culpa de los coches

Para este aficionado a las motos, la culpa de los accidentes de las personas que van en dos ruedas las tienes los que van sobre cuatro; es decir, los conductores de coches. Comenta que “son sus despistes los que provocan los percances y de hecho, las aseguradoras así lo dicen”. Asevera que “la mayor parte de las veces sucede porque los coches entran en las curvas muy rápidamente sin ver si viene una moto, o que no se respetan las preferencias en detrimento de las motos”.

Es evidente que en un accidente, el que va sobre un ciclomotor tiene todas las de perder frente al conductor de un automóvil, algo que, en ocasiones, les da un factor de confianza que puede ser mortal para el piloto.

Seguridad en la moto

Dice Márquez que si cada vez hay más accidentes de motos es una cuestión meramente estadística. Hay más siniestros porque hay más motos ya que su experiencia le dice que “está siendo una locura la afición que hay que está provocando que se vendan un montón de motos”. La compra mayoritaria que se hace en su establecimiento es la derivada de la convalidación del carné. Comenta que “son personas que prefieren dejar el coche para ir al trabajo y evitar los atascos o que te lo rayen”. Además, asegura que “ahora mismo, los seguros están mucho más baratos y lo que antes se pagaba 300 euros, ahora cuesta 150”. Cree que este descenso en el importe se ha producido porque “las compañías se han dado cuenta de que ni las personas ni estos vehículos les van a dar problemas y hay muy poco índice de siniestralidad”. Por ello, la estrella es la moto de 125 cc.

“Lo que está claro es que desde que se ha hecho obligatorio el uso del casco homologado, el índice de mortalidad ha disminuido considerablemente”, cuenta.

Apunta Márquez a que la mayoría de los accidentes de moto suelen darse en horario de trabajo, lo descarta la opción de siniestros producidos por gente que había salido de marcha y consumido alcohol.

En cuanto a la posibilidad real de que se respeten los límites de velocidad, opina que “para correr están los circuitos y el que quiera hacerlo que vaya a uno de ellos”. Sin embargo, reconoce que “el que quiere velocidad la tiene, lo mismo que hacen los que van en coche, pero no creo que los accidentes se produzcan por esto”.

Vehículos más potentes y límites más estrictos

A priori no parece tener mucho sentido que se hagan modelos cada vez más potentes cuando los límites de velocidad son cada vez menores. En opinión de este motero, “es una cuestión de marketing y las empresas utilizan este reclamo”.

Se queja de que “aquí se impone el carné por puntos pero no se ha hecho como en Francia que también se ha invertido dinero en carreteras nuevas cuando aquí llevamos con las mismas carreteras toda la vida”. Dice que las medidas son contradictorias porque tampoco se ha solucionado el eterno tema de los guardarraíles. Por eso asevera que “está bien que se compren radares pero también que se invierta en las carreteras y en hacer guardarraíles, que son los principales causantes de los accidentes graves de moto”.

Guardarraíles

Recuerda Márquez que la batalla de los guardarraíles es el cuento de nunca acabar y que “se diga lo que se diga no se está invirtiendo en nuestra seguridad”. Aunque en Fuerteventura las autoridades sí se han mostrado más sensibles con este tema, “aquí esto sigue en el aire y hasta la fecha no hemos visto movimiento y aunque esto supone un coste, ya se está sacando dinero de los puntos y de las multas”. “Reconozco que a nosotros nos ponen muchas multas y de hecho, la cosa está muy relajada porque los moteros van muy tranquilitos por sus rutas”, argumenta.

Motos y coches, condenados a entenderse
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