jueves. 18.04.2024

Por Martino

DAVID era un pastor lusitano, no perdón que ese era VIRIATO, que lo decían en los libros de texto de antes, en los de ahora sólo mienten en el precio. DAVID era un rey de la antigüedad, casi como JUAN CARLOS, pero sin tantos nietos ni nuera locutora, que tuvo que luchar a muerte con un tal GOLIAT, un malvado gigante republicano que tenía atemorizada, cual banda del este, a toda una comunidad de vecinos.

Una noche, en la que no daban nada por la tele, DAVID, algo pasadito de copas e incluso de algo más fuerte, ya que el polvillo blanco de la nariz no era bicarbonato precisamente, retó al gigante a una lucha a muerte y a dos partidas con la play-station. El gigante aceptó el reto y se encontraron en un solar donde iban a poner un MERCADONA, para decirse de todo menos...bonito.

DAVID, ingenuo donde los haya, por no decir gilipollas, llegó armado de una HONDA, pero no moto, y lanzó una piedra contra el gigante GOLIAT, con tan mala fortuna que erró el tiro y el pedrusco fue a estrellarse contra el escaparate de una joyería, como un alunizaje pero en piedra, hecho que aprovechó el malvado GOLIAT para llevarse por la cara un ROLEX de oro macizo. No contento con la apropiación indebida del peluco, GOLIAT propinó un sopapo a DAVID que los de CORPORACIÓN DERMOESTÉTICA tuvieron que hacer horas extras y auténticas virguerías para recomponer el rostro del bucólico pastorcillo.

Al final, DAVID, acabó tan damnificado por el golpe, que se pasaba los días y las noches tocando la lira, no, perdón, ese era NERÓN, tocando el arpa, bueno vamos a poner xilófono para evitar erratas, detrás del pobre gigante, hasta que éste no pudo más y se suicidó con ciento doce sobres de FRENADOL.

DAVID, tras su inesperado logro, fue nombrado presidente de la comunidad de vecinos resultando una época gloriosa, ya que hubo que hacer pocas derramas y los ascensores no se estropeaban nunca, tal presidencia se la usurpó a LÓPEZ AGUILAR, a pesar de que JUANFER había sacado más votos.

(Aunque no se lo crean, esta historia verídica como el Pacto por la Paz, no está patrocinada por Mercadona, Corporación Dermoestética, Rolex o Frenadol, sino por la tienda de chinos de mi barrio. Agradezco también la inestimable colaboración de JACK DANIELS, sin la cual hubiera sido imposible terminar el relato.)

La verdadera historia de David y Goliat
Comentarios