Los miembros de la Mesa Insular de Medio Ambiente, Cabildo y los siete ayuntamientos, firmaron este jueves un manifiesto que harán llegar a los ciudadanos de Lanzarote en el que piden “gestos cotidianos” que contribuyan a la reducción del consumo innecesario de agua y a paliar los efectos que dicho consumo tiene sobre el medio ambiente, para hacer de la Isla un lugar “más habitable”. La presidenta de la Corporación, Inés Rojas, subrayó la necesidad de machacar sobre este mensaje y transmitírselo a quienes se han establecido recientemente en Lanzarote.
El consejero delegado de Inalsa, Mario Pérez, recordó la alta inversión energética que hace Insular de Aguas de Lanzarote (Inalsa) en el proceso de desalación. La empresa que produce y distribuye el agua en la Isla es el mayor consumidor de energía de Canarias, tanto, que mensualmente tiene que desembolsar 600.000 euros por este concepto. No obstante, Inalsa ha aumentado la producción de agua disminuyendo el consumo de energía, así, ha pasado de 5,8 kilowatios por m³ / hora a 4,95 kilowatios por m³ / hora. “De esta forma estamos reduciendo la factura económica y ecológica”, dijo Pérez.
Sobre todo en Lanzarote
El manifiesto destaca la escasez del agua sobre todo en Lanzarote en donde no hay manantiales naturales ni lluvias periódicas y suficientes. La Isla se ve en la obligación de obtener el agua que consumen sus habitantes y visitantes desalando el agua de mar. En todo caso, la desalación es un proceso bastante costoso. El agua salada se transforma en agua apta para el uso doméstico mediante el consumo de petróleo y derivados necesarios para el funcionamiento de las plantas desaladoras, con lo que se vierten a la atmósfera importantes cantidades de CO2, que contribuyen gravemente al calentamiento global del planeta.
El manifiesto también subraya que la sal que se retira del agua de mar se devuelve a la costa en forma de salmuera continua, lo que tiene unos efectos negativos a medio y largo plazo sobre su flora y fauna, puesto que se modifica la salinidad del medio en el que viven. Por ello y por ser Lanzarote un Reserva de la Biosfera la Mesa Insular de Medio Ambiente insiste en el uso racional del agua y recuerda que debe considerarse como un recurso limitado de gran valor.