-“El turismo de cruceros debe estar en la ciudad de Arrecife, que merece que mejore sustancialmente su parte económica y comercial y el muelle de cruceros - porque además es una de las ciudades más deprimidas. Flaco favor haríamos a la economía de Arrecife y a la economía insular en su conjunto si desplazáramos esos cruceros fuera de Arrecife”
Marcos Hernández, parlamentario regional del Partido Socialista (PSOE) por la Isla, ha justificado este lunes en la entrevista mantenida en el programa ‘A Buena Hora’ de Crónicas Radio-COPE Lanzarote el ascenso de las islas de Lanzarote y La Graciosa del nivel 1 al 2 de alerta sanitaria, y la flexibilización para el nivel 4 que ahora ocupa Tenerife por el actual nivel de vacunación de la población diana. Lejos de advertir agravios comparativos, Hernández ha rechazado cualquier atisbo de pleitos insulares y ha insistido en que las decisiones del Consejo de Gobierno se adoptan siempre atendiendo a “criterios estrictamente técnicos”. El ex senador por Lanzarote y ex alcalde de Tinajo habla sin pelos en la lengua sobre el futuro del puerto de Playa Blanca y asegura que el ampliado muelle sureño se concibe como una actividad complementaria al turismo de cruceros de Arrecife. Hernández destaca que en estos momentos el Gobierno canario está concluyendo proyectos para, a su vez, poder invertir, “este año sí”, distintas partidas en materia de carreteras.
- Este año y medio ha sido duro, sobre todo en materias relacionadas con su responsabilidad, Sanidad.
- Bueno, podemos estar algo inmunes con este tipo de cosas ya, pero desafortunadamente la Sanidad lo ha monopolizado todo este tiempo. Si hubiésemos descubierto por ejemplo algo contra las enfermedades oncohematológicas, estupendo, pero cuando ha sido por una pandemia tan compleja como ésta, pues ha sido un año muy difícil, sin duda.
-Imaginamos que suponía ya que le preguntaríamos por la decisión del Consejo de Gobierno de Canarias de la semana pasada. Mucha gente no entiende que a Lanzarote y La Graciosa se nos pasara al nivel 2 de alerta sanitaria cuando aparentemente los niveles de contagio y la situación sanitaria no era tan mala, ¿no?
- Yo no sé cuántas veces voy a explicar este tipo decisiones. Vamos a ver, los datos epidemiológicos son datos que se manejan no solo en el momento puntual, sino que se va haciendo una trayectoria de los mismos, de forma que aquellos equipos técnicos, repito, equipos técnicos, de Salud Pública, adoptan y elevan decisiones al Consejo de Gobierno. El Consejo de Gobierno es quien puede tomarlas en consideración o no tomarlas en consideración. Este Gobierno lo que ha hecho ha sido estar al lado precisamente de las decisiones que adoptan los equipos técnicos de Salud Pública. Si los equipos técnicos indican que los datos manejados son proclives a tomar decisiones de un tipo u otro, pues se adoptan. Lo irresponsable sería no adoptarlas y lo hemos visto incluso en algunas comunidades autónomas que, con cifras muy elevadas, han tomado decisiones incluso contra la Salud Pública. Y yo no sé si esto genera tantas discordancias con las decisiones, yo creo que responsables, tomadas en el caso de Canarias. Digo esto porque he escuchado e incluso se han dirigido a mí para que explique o intente explicar este tipo de decisiones. La fase 2 actualmente varía muy poco con respecto a la fase 1, entre otras cosas, porque las fases han ido variando. Los cierres de comercios, de restauración y demás han variado con respecto a lo que conocíamos a la fase 2 inicial de la pandemia, de forma que lo que se intenta evitar es el contacto social, llámense botellones o entiéndase reuniones masivas. Eso es lo que se pretende con la fase 2; y, lógicamente, con la fase 4, mucho más intensivamente. Pero insisto: yo, las polémicas, cuando las decisiones son adoptadas por criterios políticos, las entendería, pero cuando se basan en criterios específicamente técnicos, a mí se me hace más complicado este tipo de críticas, que está bien que se viertan, pero que creo que no responden a la realidad.
- Pero usted tiene una doble función, usted es político pero también es ciudadano, y entenderá que luego en muchos sitios se hagan comentarios. Por ejemplo, cuando se anunció la fase 4 para Tenerife, muchas personas no entienden que se suavicen y se flexibilicen ciertos criterios, lo que no ocurrió cuando Lanzarote estaba en ese mimo nivel 4.
- Claro, porque el momento tampoco era el mismo. Es decir, cuando Lanzarote estaba en fase 4, ese nivel de vacunación no tenía absolutamente nada que ver con el nivel que, afortunadamente, ya tenemos en Canarias, en Tenerife, en Gran Canaria, casi todas estamos a la par. Pero el nivel epidemiológico tampoco es el mismo, en la medida en que ahora contamos con una herramienta de protección, que se llama vacuna y que, por tanto, modifica sustancialmente los criterios del momento en el que aún no disponíamos de esa herramienta. Así que todo responde, repito, a criterios estrictamente técnicos y la vacuna, sin duda, es el catalizador para que la decisión sea sustancialmente diferente a la que adoptó en su momento en Lanzarote con la fase 4 en aquel momento. Y digo, sustancial y afortunadamente, porque es la herramienta, la única que en estos momentos tenemos, aparte por supuesto de la responsabilidad individual y de la responsabilidad colectiva que a todos nos atañe.
-Entonces, ¿usted no tiene la sensación de que con Tenerife siempre se tiene más cuidado y de que cualquier medida que se adopte allí siempre se mira con lupa?
- Es curioso porque cuando hablas con la gente de Tenerife te preguntan que por qué a la gente de Tenerife se la trata peor que a la gente de Gran Canaria. Entonces entramos en los insularismos, que nada tienen que ver, repito, con criterios técnicos, y que si responden más otro tipo de cuestiones. Pero de verdad, insisto, yo creo que mirar las cosas desde ese punto de vista, sería estar equivocándonos continuamente: no puede adoptarse así una decisión... Si en Tenerife hay problemas, y los hay en estos momentos, lógicamente la fase cuatro se implementa, se hace atendiendo a las circunstancias del momento y, por supuesto, al nivel de vacunación. Ese ha sido la herramienta para plantearlo. Es más, si se plantease la fase 4 en Lanzarote otra vez -y ojalá no tengamos que volver a la fase 4- lógicamente las decisiones van a ser también diferentes a las adoptadas en aquel primer momento. Así que, repito, corresponde a la Autoridad Sanitaria, a las autoridades públicas sanitarias, adoptar las decisiones y el Consejo de Gobierno, en este caso yo creo que de forma responsable, asumirlas.
-Y para acabar con este tema, ¿es lógico que las medidas que se anunciaron el jueves no se apliquen hasta este lunes, con el fin de semana, que puede traer más riesgos, por en medio?
- Bueno, es lógico verdad que cada día que pase y no se ejecuten las decisiones puede dar pie a que existan más contagios, pero lo que el Gobierno de Canarias planteó fue precisamente como una especie de toma de conciencia. Nos dijo ‘miren, esto es lo que va a ocurrir a partir del lunes, pero nos corresponde a todos ser responsables en lo que nos toca’. Yo no tomo tan en cuenta que se adopte la decisión el jueves pero que aparezca publicada esa decisión el lunes. Creo que le doy más importancia a que el Consejo de Gobierno adopte decisiones en función de criterios técnicos, y que para aplicar esas novedades se adopten de forma que también se permita cierta adaptación a esos negocios, a esas empresas, que también de alguna forma deben adaptarse también a esas nuevas circunstancias, y que no lo hacen de la noche al día, sino que necesitan un tiempo para adaptarse a ellas lamentablemente. Digo lamentablemente porque las circunstancias en el ámbito comercial, sobre todo en el ámbito de la restauración, vuelven a sufrir de nuevo un embate importante. Creo que ese período de adaptación es un período de gracia para, precisamente, permitir que no se hagan tan duras las circunstancias impuestas.
- Cambiando de tercio, ¿les ha preocupado a ustedes en el PSOE las últimas declaraciones de Casimiro Curbelo? El presidente de la ASG ha anunciado que quiere un pacto nuevo. También Noemí Santana, desde Podemos, ha hecho ciertas advertencias estos días. ¿Cree más bien que estas cosas entran dentro de la normalidad?
- Bueno, hemos escuchado muchas cosas en este tiempo. Creo que cada fuerza política tiene capacidad para decir lo que crea oportuno, puede hablar de mejoras en el Gobierno, … pero yo me quedo más bien con lo que dijo Casimiro la semana pasada en el Parlamento de Canarias, que este Gobierno funciona, que su presidente le dedica las 24 horas del día a la atención a sus ciudadanos, sobre todo, a los que más lo necesitan, y que él se queda con esa imagen. Yo creo que, no es que estas palabras en sede parlamentaria tengan más o fuerza que en un medio de comunicación, pero me parece que este tipo de reflexiones tienen un carácter mucho más institucional porque se han hecho en una sesión de control. Así que esto entra dentro de lo normal. Y en el caso de la consejera de Servicios Sociales, lo que ha dicho es que necesitamos muchos más recursos humanos. Se incorporaron con los Presupuestos un total de 150 personas más para mejorar los servicios de toda la dependencia, pero hemos visto que aún así nos falta personal. Si tomamos como referencia a otras comunidades autónomas, efectivamente, estamos muy por debajo de la ratio para poder sacar adelante todos esos informes y todas esas prestaciones y, por tanto, otras derivadas de la ley de Dependencia. Así que yo lo circunscribo en ese sentido y pienso que el pacto funciona de forma muy adecuada, diría yo.
- Muy bien. El otro día hablábamos con su compañero Sebastián Franquis, el consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda del Gobierno de Canarias. Nos dijo que cuando llegó a la Consejería no se encontró ni un solo proyecto para invertir un solo céntimo en nuestra isla. ¿De quién es esa responsabilidad?
- No tuve oportunidad de oír al consejero Sebastián Franquis, pero seguramente, aparte de advertir de la falta de proyectos, explicaría quién es responsable de esa situación. Quien tiene que generar los proyectos y las sinergias necesarias para que cada isla tenga recursos en cada ejercicio presupuestario y, por tanto, capacidad de inversión, son los gobiernos. Por tanto, si los gobiernos anteriores se dedicaron mucho a hablar, pero poco a hacer, pues resulta que al final tenemos presupuestos que no son ejecutables. Y por eso tenemos un nivel de ejecución tan bajo. Supongo que Sebastián Franquis aprovecharía la ocasión de nuevo para hablar del Plan de Vivienda para Lanzarote, con el que por primera vez en la historia de esta isla vamos a tener la posibilidad de tener vivienda pública, sobre todo en Arrecife, que es donde más se necesita, pues desde luego creo que se están invirtiendo las tornas en una situación que no merecía para nada Lanzarote. Eso creo que quiere decir que las cosas se están haciendo bien y seguro que Franquis y su personal tienen mucho que ver ahí.
- Lo que pasa es que cada año parece que nos engañan continuamente. Siempre Lanzarote aparece como tercera isla en inversión, pero con partidas pintadas que, como luego no se ejecutan, nos dejan poco menos que como la quinta isla en inversión de toda Canarias.
- Bueno, yo creo que en estas últimas etapas se ha invertido mucho más y se ha ejecutado mucho más el Presupuesto. Se ha ido a las líneas de dotación de aquellas necesidades más específicas, en materia sanitaria y en materia educativa. Tal vez tenemos mucho volumen, ... bueno, este año sí, en materia de carreteras, si se incorporan muchos más recursos, Y luego, efectivamente, hay que incorporar también los proyectos. En materia de carreteras sé que están en contrarreloj, porque no son proyectos fáciles, para que esas inversiones se puedan ejecutar. Así que estamos haciendo a la par los proyectos y, por tanto, permitiendo que la inversión sea plausible. Por tanto, hasta ahora, tiene bastante razón al decir que mucho se ha pintado pero que poco ha aparecido.
- En su intervención, Franquis estuvo sensato hasta con la polémica del puerto de Playa Blanca. Primero dijo que le sorprendió que Oswaldo Betancort dijera que esto no generaría polémica, con todo lo que ocurrió después; y, lo segundo, que todo dependerá de lo que decida el Cabildo. Es decir, que sí que hay opción de que el puerto de Playa Blanca acoja algún tipo de cruceros, pero si el Cabildo dice que no, no los va a haber.
-Sí, en sede parlamentaria ya hace un tiempo, al margen de la pregunta interesada y poco fundamentada del señor Oswaldo Betancort, que el propio consejero Sebastián Franquis dejó claro al inicio de la legislatura este proyecto de ampliación del puerto de Playa Blanca. Es que aquí a veces intentamos enredarlo todo. Cuando se inicia un proyecto ya se sabe cuál va a ser su uso final. Por tanto, dentro de ese proyecto no estaba contemplada la figura de puerto de cruceros, sino la conexión, básicamente, entre Lanzarote y Fuerteventura, pero también la conexión entre Lanzarote y otras islas, digamos en el transporte comercial y de viajeros. ¿Esto quiere decir que algún día el puerto de Playa Blanca podría acoger a algún crucero de ciertas características? Pues técnicamente sí, pero si a mí me pregunta, mi idea es clara y rotunda: el turismo de cruceros debe estar en la ciudad de Arrecife. La ciudad de Arrecife merece que mejore sustancialmente su parte económica y comercial y el muelle cruceros -lo digo porque además me parece que es una de las ciudades que más deprimidas están en el ámbito económico-. Creo que flaco favor haríamos a la economía de Arrecife y creo que a la economía insular en su conjunto, si desplazáramos esos cruceros fuera de la ciudad de Arrecife. Ese es mi criterio, pero no quiere decir, repito, que en un momento puntual un crucero, con unas características muy determinadas, no pueda estar en Playa Blanca. Pero desde luego que para ese fin no se está ejecutando esa inversión tan tan importante para este muelle.
-Eso dijo el consejero, que sería si acaso un puerto complementario, pero en ningún caso como rival o adversario del puerto de Arrecife.
- Sí, así es, como algo complementario, tal y como dijo el consejero.