martes. 06.05.2025

Todos los que conocen a Ginés Quintana saben qué tipo de persona es. Por eso parecía imposible pensar que su comportamiento en política distaría mucho de lo que la mayoría pensaba de él. Su salida del Cabildo como consejero y portavoz de Alternativa Ciudadana (AC-25M) se ha producido, sin ningún tipo de carga subjetiva, por la puerta grande. Si no llega a ser porque el concejal del Partido Popular (PP) David Rodríguez le ha querido restar protagonismo, habría sido este lunes sin duda el hombre del día. Pero el joven concejal popular ha retorcido la actualidad al anunciar algo de lo que se venía hablando desde hace tiempo, su deseo de abandonar el Ayuntamiento de Arrecife. Rodríguez, por las mismas razones que Quintana, se marcha también por la puerta grande.

Empezando por el primero, sin entrar en el fondo de la cuestión que él mismo ha explicado y que tiene como suele ocurrir siempre en estos casos algún punto de prudente reserva (la gente sensata y con cierto grado de disciplina que no quiere herir a la formación en la que milita no suele decir todo lo que se le pasa por la cabeza), hay que decir que su paso por la política ha sido exactamente como se esperaba: una persona independiente, socarrona e irónica cuando el tema lo merecía, sensata en la forma de abordar los asuntos y ajena por completo a la carga ideológica que otros compañeros sí que parecen querer imponer en cada uno de sus actos. Y es que Ginés Quintana ha tenido siempre claro que Alternativa Ciudadana no es un partido ni de izquierdas ni de derechas, ni del PP ni del PSOE, es una alternativa de gobierno conformada por ciudadanos que estaban hasta el gorro de lo que durante treinta años se ha impuesto en la política local.

Ginés Quintana se marcha por la puerta grande porque hasta en la crítica ha sido elegante. Aquí sabemos que, como a otros compañeros, no le hizo ni puñetera gracia el escueto y poco cariñoso comunicado que envió el partido el pasado viernes, comunicado en el que poco más que se venía a decir que si se marchaba del Cabildo ya vendría otro a sustituirle. Dicen las malas lenguas que fue un comunicado con el sello inconfundible de Andrés Barreto. Ellos sabrán por qué lo hicieron y por qué lo enviaron a los medios cuando sabían que su compañero ya había convocado una rueda de prensa y cuando sabían, sobre todo, que ya dio las explicaciones oportunas en la asamblea de Alternativa sobre el porqué de su postura contraria a judicializar el tema de Inalsa.

El ya ex consejero devuelve el acta a su partido y anuncia que se quedará en la formación para seguir aportando lo que pueda aportar. Una actitud impecable, de la que tendrían que aprender gente como Nayra Callero o Jorge Quintero.

El segundo caso, puestos a nombrar a gente del PP, es idéntico en el fondo pero diferente en las formas. David Rodríguez oficialmente se marcha por el trabajo que le ha salido en Fuerteventura, y siendo como es una persona joven con una carga familiar considerable (tiene tres hijos), no estaba precisamente para rechazar un buen empleo de presente y de futuro. Eso es lo oficial, aunque en lo extraoficial es un secreto a voces que hacía tiempo que mantenía notables discrepancias con el portavoz del grupo, Cándido Reguera, sobre todo como consecuencia del tipo de oposición que se estaba haciendo y con algunas decisiones que se han tomado con las que él no ha comulgado. Sin embargo, sabemos, porque en esta casa conocemos bien al concejal (participa habitualmente en las tertulias de la radio), que esas discrepancias no han sido el principal detonante de su decisión. Podría haber aguantado dentro del Ayuntamiento sin problema, puesto que cuenta con el apoyo de la dirección insular del PP, pero la oferta de trabajo ha sido motivo más que de sobra para desistir.

David Rodríguez también se va por la puerta grande. Como Quintana, entrega su acta y no renuncia a mantener la militancia en el partido, en este caso, ya se verá, ejerciendo funciones de apoyo a la dirección del PP en Fuerteventura.

SALIR POR LA PUERTA GRANDE
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