Don Francisco Armas, presidente de la Asociación de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (ASOLAN) por fin ha reconocido que hay crisis en el sector turístico. Lo hizo el pasado viernes durante la rueda de prensa que ofreció para hablar de la situación actual de sus establecimientos en particular y del resto en general. Lo curioso de esta historia es que reconoce esta regresión de la cuenta de resultados del casi único sector empresarial que nos queda en medio de la encarnizada discusión sobre la oferta complementaria de ocio y su inclusión o no en el Plan Territorial de Ordenación del Turismo, un asunto que este medio, junto a Lanzarote Radio, ha sido el primero en defender. Aquí, como han hecho otros medios, se ha defendido siempre la búsqueda del consenso necesario en un tema que estimamos vital para la supervivencia de futuro, un consenso que permita no amparar inconfesables afanes especulativos y sí dar respuestas reales a una “real” oferta que satisfaga a todos y que ponga a salvo a Lanzarote de los depredadores, que todos, y usted también Don Francisco (más usted por su proximidad geográfica), sabemos quiénes son. Aquí se tiene que separar la paja del trigo y el “todo vale” si beneficia a concretos y espurios intereses. Insistimos en que aquí se ha defendido con ardor la nombrada oferta complementaria de ocio, siempre la que resulte del consenso político, social, institucional..., e incluso empresarial, pero no la que nos venga dada o impuesta por los de siempre con los procedimientos de siempre, procedimientos que ya son harto conocidos por todos y manidos hasta límites insospechados. Don Francisco, las elecciones camerales “han dicho” (escuche, escuche...) quién es quién, incluso en el terreno del turismo. Esta respuesta del empresariado, que insistimos en que ha sido más que contundente, es una invitación para que algunos cojan “el portante” y se manden a mudar. Piénselo, Don Francisco, y piense que en el envite actual el empresariado crea riqueza en primer lugar para sí mismo, como también genera desnutrición económica en cantidad de administraciones, y no siempre está capacitado para dar lecciones. ¿Quién o quiénes pagan los servicios derivados del desarrollo? Medite en estas direcciones, y no siempre en la misma, y no trate de dictar para que otros copien. Reflexione, por qué no, como tienen que reflexionar otros, si sería saludable para Lanzarote su dimisión...
POR FIN LO ACEPTA
16 de mayo de 2006, 15:08