martes. 06.05.2025

Ya saben que en estos momentos no se habla de otra cosa en el país, al margen del buen juego de nuestra selección de fútbol, que de la cacería del juez Baltasar Garzón y el ministro Mariano Fernández Bermejo. En este asunto nos gustaría ser bastante claros, por las evidentes connotaciones que hay en Canarias y por lo que le sucedió este jueves a Miguel Zerolo, alcalde de Santa Cruz, quien vio nuevamente cómo se filtraba a la prensa pocos minutos después de declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias cómo la juez que instruye el caso de "Las Teresitas" le había imputado un nuevo delito, el de cohecho. No es lógico ni normal lo que sucede ya en este país, la cantidad de juicios paralelos que se suceden de forma interesada y parcial. Como no parece lógico que no imitemos un poco más a Estados Unidos en una cuestión tan básica como la verdadera separación de poderes, la independencia del poder político del judicial, y viceversa.

Como dijimos en su día en el caso de Doña Manuela Armas y la compra de los Centros Turísticos a Carnes y Embutidos Chacón (ya saben que Espino nos dijo ¡EN EXCLUSIVA! que se eligió a esta empresa tras la llegada de su compañera porque era "la más barata"), la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo. El caso del señor Garzón, que ya saben que ha tenido sus más y sus menos con medio mundo (incluyendo al ex fiscal general del Estado Eligio Hernández), es digno de estudio. No sólo por su evidente afán de protagonismo (él inventó aquello de los jueces estrella) sino por su particular forma de concebir la independencia judicial. Que no se olvide nadie que este señor quiso ser ministro del Interior y participó en una campaña electoral de la mano de Felipe González. Luego, como González faltó a su promesa y no le colocó al frente del Ministerio, pasó lo que pasó. Volvió a la Audiencia Nacional y, oh qué casualidad, inició una terrible lucha contra todo lo que entendía que había podriro dentro del partido que días antes consideraba inmaculado. Ahora, pasado su enfado con el “felipismo”, y tras el asentamiento del "zapaterismo" en el país, parece tenerla tomada con el PP. Y lo decimos porque casualmente sus últimas actuaciones han coincidido con periodos electorales en los que el PP y el PSOE se juegan mucho. Aunque los cargos del PP investigados hayan cometido innumerables delitos, que no decimos que no lo hayan hecho, lo normal, por higiene democrática, sería que fuera otro juez el que instruyera el caso, mucho más cuando se ha sabido que el señor Garzón se va a cazar muflones y otros pobres animalitos nada menos que con el ministro de Justicia. Y no ha sido una vez, han sido varias, según denuncian los medios no precisamente alineados con el PSOE. ¿No pone en duda la separación de poderes, no les da motivos a la gente del PP para pensar mal? Nosotros creemos que sí, y nos parece un asunto muy grave.

Como saben, el PP de Canarias, con su presidente José Manuel Soria a la cabeza, se quejó de este asunto antes que sus compañeros de la calle Génova. Y es que, independientemente de lo que hayan podido o no hacer sus representantes, es bastante sospechoso el tratamiento informativo que se da de estos asuntos, y las escandaleras que se montan con personas que de momento no han sido condenadas. Como hemos dicho en infinidad de ocasiones, ¿cómo se restituye el honor y la imagen de una persona inocente que sin embargo ha sido perseguida y asediada por determinados medios y ha sido el centro de múltiples debates en los que se daba por hecho que era culpable de lo que se le acusaba? De ninguna manera. El caso es que Soria ha hecho una interesante apuesta este viernes a López Aguilar: él dimite si le condenan, pero le pide al secretario general de los socialistas que haga lo mismo si sale absuelto. Interesante oferta.

Y hablando de los socialistas, tenemos que mostrar nuestro total apoyo a Jerónimo Saavedra y a lo que dijo en el programa "El Envite" de la Televisión Canaria, programa por cierto que necesita un repaso si realmente quiere competir con el "59 Segundos" de Televisión Española, como por ejemplo no situar a todos los contertulios en una especie de fila india como si les fueran a fusilar. Estamos de acuerdo con Jerónimo Saavedra por lo ya expuesto, porque la imagen de la cacería es absolutamente lamentable, mucho más cuando se observan las tenebrosas imágenes del ministro rodeado de enormes astados y mucho más cuando vemos a un populoso juez con un rifle de alto calibre en las manos. Es, desde luego, una estampa más propia de los señoritos franquistas que genialmente retrató Miguel Delibes en "Los Santos Inocentes" que la imagen de un par de progresistas, de gente de izquierdas. El ministro, como el juez, no sólo deben ser honrados e imparciales, sino parecerlo. Así de sencillo.

En fin, que los socialistas deberían cuidar más estos asuntos. No decimos que no tengan razón a la hora de destapar cualquier indicio de corrupción que detecten. Lo que decimos es que deberían ser los primeros defensores de la independencia judicial. En otro momento volverá a gobernar el PP, y nos imaginamos que no les gustará que su ministro y un juez de la Audiencia Nacional se vayan juntos los fines de semana a pegar tiros al campo.

Por cierto, que mientras el PP se desmorona por las luchas internas el PSOE entra en una especie de surrealismo en Canarias. Resulta que el Gobierno de Paulino Rivero (CC y PP) ha hecho una propuesta al PSOE para que se sume a una especie de comisión para estudiar las posibles medidas que puedan sacarnos a todos los canarios de la crisis, algo parecido a lo que ha hecho Zerolo en Santa Cruz de Tenerife. Pues bien, estos días ha salido Juan Carlos Alemán a garantizar que el toque de pito de López Aguilar va a ser respetado, y que ningún miembro de este partido participará de la propuesta. Mientras, en el Cabildo de Lanzarote es el PSOE el que organiza un sarao de este tipo con los empresarios y con los sindicatos y es el que no invita a la oposición, vetando la posibilidad de CC, PP y PNL de participar en una iniciativa que nos afecta a todos. Y mientras esto ocurre, el Gobierno de Zapatero le pide al PP que no se desmarque y que colabore con ellos en la búsqueda de soluciones para salir de la crisis. Muy difícil de entender lo que están haciendo los socialistas últimamente.

LO DE GARZÓN Y SUS CONSECUENCIAS EN CANARIAS
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