sábado. 03.05.2025

Tenemos una presidenta de Cabildo que ha salido más viajera que el baúl de la Piquer. Eso no estaría mal si los viajes que se pega sirvieran para algo más que para lucir modelito en cada uno de los territorios que visita. Esta kamikaze, que acaba de descubrir a su edad lo que significa ser ecologista y protectora del no urbanismo (¿hacía lo mismo cuando era alcaldesa de Arrecife y militaba en las filas de Coalición Canaria?), parece empeñada en seguir el consejo de aquellos que quieren que el informe sobre las irregularidades urbanísticas de Lanzarote se propague a los cuatro o cinco vientos.

Este jueves acudió a la Fundación Pedro García Cabrera de Santa Cruz de Tenerife, donde volvió a realizar una “brillante” disertación sobre un asunto más que trillado y que fue del agrado de los cuatro o cinco que se congregaron en el Círculo de Amistad de la capital chicharrera. Curiosamente, oh qué casualidad, esta fundación que tan amablemente invitó a nuestra presidenta está presidida por el economista José Luis Rivero Ceballos, ex presidente del Consejo Económico y Social de Canarias y miembro del Gabinete Científico del Consejo de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote. Todo queda otra vez en casa.

Fíjense en el disparate. En la presentación del acto, la fundación destacó que el caso de Lanzarote no tiene “precedentes” en el ámbito nacional al afectar “a más de 20 hoteles construidos en los municipios de Yaiza y Teguise con licencias municipales pero sin la aprobación del Cabildo insular”. ¡Chiquita explicación de lo que ha sucedido en Lanzarote! O sea, Lanzarote no tiene “precedente” en un ámbito peninsular e insular donde no hay un solo centímetro cuadrado de costa sin construir. No tiene precedente una Reserva de la Biosfera que sigue siendo un ejemplo a seguir por muchos que ahora se suben a este extraño carro del linchamiento.

Como oyen, nuestra presidenta, en vista de que no sabe lo que significa gestionar y sacar proyectos adelante, se ha especializado en conferencias. Le van a dar al final del actual mandato, si es que lo culmina, el título de “conferenciante del lustro”. Como simple sugerencia, si es que alguno de sus asesores o de esos muchachos que leen cada día lo que aquí se dice para pasarle el correspondiente informe al señor Espino se lo comunican, le pediríamos que al menos cobre por conferencia, y que el dinero lo ingrese en las maltrechas arcas del Cabildo, a ver si así compensa los 5 millones de euros que no se han ingresado de los Centros Turísticos.

La gira de Doña Manuela (o Mela) tiene como objetivo, al parecer, ir isla por isla explicando lo malos que fueron los empresarios hoteleros de Lanzarote y lo bueno que fue el Cabildo al acudir a los tribunales para denunciar sus maldades. Esta película de buenos y malos habría que explicarla con la verdad por delante, y, sobre todo, tendría que explicarla alguien que realmente hubiera conocido el caso desde sus orígenes, no una política oportunista que quiere llevarse el mérito del trabajo que hicieron otros. Ni los malos son malos malísimos ni los buenos son buenos buenísimos. Este viernes, Segundo Rodríguez, en su día secretario general del PSOE en Lanzarote (ahora está avergonzado por lo que va a suceder este sábado) y consejero del Área de la Presidencia del Cabildo cuando se aprobó la moratoria, recriminó con dureza la actitud de la presidenta. Dijo en el programa “El Despertador” que tanto parece gustarle a Carlos Espino que con su actitud Manuela Armas estaba deteriorando la imagen de la Isla y poniendo en peligro algo tan importante como es el sector turístico, del que directa o indirectamente vivimos casi todos. Segundo Rodríguez, que no puede ser sospechoso de defender a los hoteleros puesto que fue, insistimos, el “tío” de la moratoria (el padre fue Enrique Pérez Parrilla), considera que Manuela Armas está mal dirigida y peor orientada por sus compañeros de partido, especialmente por el que parece mover los hilos de todo este tinglado.

Al margen del deseo de esta señora de pasar a la historia política canaria como la madre de la moratoria, la gente inteligente que le acompaña debería comentarle los daños colaterales que está produciendo este asunto. Comenzando por la imagen que se está trasladando de Lanzarote al exterior. No hace falta que nosotros recordemos hoy la cantidad de noticias negativas que se han distribuido en medios de comunicación de medio mundo sobre “los hoteles ilegales”, ni que expliquemos el terrible daño que hizo en el mercado nacional el titular de El País comparando Lanzarote con Marbella. Lo que sí que tenemos que comentar es la imprudencia de una presidenta que no se da cuenta de que Tenerife es una rival directa de Lanzarote en la captación de turistas, y que cualquier noticia negativa de Lanzarote beneficia a Tenerife, y al revés. No nos extraña que entre el empresariado local haya sospechas de que artículos como el de El País están financiados por empresarios con intereses en la isla picuda. Recordemos, simplemente como dato a aportar y no como denuncia, que la familia Polanco, dueña de ese rotativo y del Grupo Prisa, tiene un impresionante hotel en el sur de Tenerife, hotel sobre el que no ha habido pocas quejas de los ecologistas de aquel lugar. Recordemos, que el tema de Lanzarote ocupó cuatro columnas de una portada que rara vez dedica tanto espacio a una noticia que no sea un notición, y que además no tuvo en los comentarios editoriales ni una triste mención.

Este es el tipo de política que tenemos al frente de la principal institución de Lanzarote. En plena crisis económica, cuando los últimos datos de ocupación han hecho ya poner el grito en el cielo a todas las patronales, ella se va de gira para explicar algo que no necesita explicación. El Cabildo decidió en la época de Enrique Pérez Parrilla sacar adelante una revisión del PIOT del 91, los empresarios se asustaron y fueron corriendo a los ayuntamientos a solicitar y a prorrogar licencias, los alcaldes, evidentemente de forma equivocada, se las concedieron, y los tribunales han dicho que esas licencias estaban mal otorgadas porque en la mayoría de los casos superaron el techo de camas impuesto por la normativa, no se ajustaban a lo que determinaba el PIOT. Es así de sencillo.

Lo más lamentable de todo esto es que el PSOE actual, que está utilizando a Manuela Armas como una especie de tonta útil, únicamente pretende obtener rédito político, al entender que este tipo de actos les hace ganar más votos en una sociedad que es evidente que mayoritariamente quiere que no se construya una sola cama más en su frágil territorio. Porque no nos engañemos, al final, como ha reconocido la propia presidenta, saben que el tema de los hoteles lo van a tener que arreglar, se van a tener que sentar con los empresarios para hablar de las soluciones. O de las “compensaciones”, como parece que le gusta decir al señor Espino.

¿Cree alguien realmente que se va a tumbar algún hotel? Nosotros no. El ejemplo lo tenemos con el Papagayo Arena. ¿Para qué compareció en rueda de prensa nuestro senador Marcos Hernández con el ex director general de Costas José Fernández para anunciar que iban a derribar ese hotel y que tenían una partida de 80 millones de euros para indemnizar a sus propietarios? Simplemente para ganar votos. ¿Se ha derribado el hotel? No. ¿Se va a derribar? No. Entonces, ¿para qué todo esto?

Mientras la presidenta va de conferencia en conferencia tirando porque le toca la consejera de Turismo del Cabildo, María José Docal (últimamente por cierto algo desaparecida de la primera línea de fuego), se empeña en seguir buscando fórmulas para arreglar los desaguisados que organizan sus socios de gobierno. Este viernes sin ir más lejos firmó un convenio de promoción con uno de los grupos turísticos más importantes de Europa, Thomas Cook. ¿Para qué estos contratos de promoción si la mejor promoción la está haciendo ya Doña Manuela?

Como era de esperar, la reacción de los empresarios, hartos de esta historia, no se ha hecho esperar. Y han ido directamente a donde más duele, al bolsillo. Este viernes se anunciaba su intención de abandonar la Sociedad de Promoción Exterior. ¿Para qué van a pagar los empresarios la promoción de la Isla en el exterior si luego el Cabildo se dedica a colgarles por ahí el cartel de corruptores del urbanismo, de infractores de las normativas?

El problema de estos estrategas, que los hay, es que han metido a todo el empresariado en el mismo saco, han hecho una especie de cajón de sastre que en absoluto responde a criterios de equidad y justicia. Por eso la principal patronal alojativa ha estallado, porque en lugar de buscarse soluciones y denunciar a los infractores, se ataca a todo el sector. En lugar de decir qué establecimientos habría que derribar y cuáles pueden quedar en pie tras la nueva revisión del PIOT siguen de conferencia en conferencia explicando algo que en Lanzarote nos lo sabemos de carrerilla. Los empresarios lo que quieren, como entendemos que quiere la mayoría de la sociedad, es que se explique con claridad qué va a pasar en el futuro, cuál es la política que pretende seguir el Cabildo, qué va a hacer la presidenta con esos hoteles al margen de utilizarlos para dar charlas. ¿Es mucho pedir que se sea un poco más claro? Parece que para determinados políticos sí.

Por cierto, ¿cuándo va a presentar la presidenta ese informe que dijo que iba a hacer sobre su viaje oficial a China en el que incluiría “lo que le diera la gana”, cuándo va a decir lo que realmente nos ha costado a todos ese importante desplazamiento?

LA GIRA DE DOÑA MANUELA
Comentarios