martes. 06.05.2025

¿Se acuerdan del mosqueo que se agarraron en la prensa socialista de Gran Canaria cuando Román Rodríguez llegó a un acuerdo con el PP para ocupar un cargo de notable importancia en La Caja? Sí, se deben acordar porque fue hace unos pocos días. Inmediatamente esos medios afines al PSOE salieron corriendo con estruendosos editoriales en los que incluso llegaron a afirmar que se trataba de la antesala de una riada de mociones de censura que iban a acabar, entre otras cosas, con el Cabildo de Gran Canaria y con el Ayuntamiento de Las Palmas. Lo hicieron sin demasiado fundamento, como demostró el propio Román Rodríguez días después, al cual, por cierto, no parecen creer demasiado, de ahí que en el PSOE se estén moviendo en otra dirección completamente novedosa. Y no nos extraña, sobre todo escuchándole declaraciones como las que realizó este viernes. El ex presidente del Gobierno, que últimamente no anda muy centrado (o tal vez demasiado) criticaba por blando a Paulino Rivero en su encuentro con Zapatero en Madrid. ¿Se ha olvidado ya Román Rodríguez que él forma gobierno con el PSOE, se ha olvidado de que es su máximo defensor en las Islas, será que tienen más fundamento del que pensábamos las sospechas de los medios socialistas?

Pues bien, manejamos una interesante información. Aquí se lleva hablando durante mucho tiempo de la posibilidad de que en Lanzarote se produzca la unidad nacionalista, especialmente entre el PIL y CC, cosa que a día de hoy (nos atreveríamos a decir incluso que a día de mañana) es absolutamente imposible. Bien es cierto que al comienzo del desastroso mandato de Manuela Armas en el Cabildo se planteó esta cuestión con absoluta seriedad, pero no deja de ser menos cierto, ya lo saben todos, que falló el que suele fallar siempre en estos casos, que estaba en otros tejemanejes distintos, ajenos a la triste realidad que él mismo denunció sobre la parálisis institucional que por desgracia seguimos padeciendo. Lo curioso es que siempre se apunte en la misma dirección, siempre se dé por sentado que el único pacto posible es el del PIL con CC, tal vez sumando al PNL y tal vez sumando al PP.

Las cosas no tienen por qué ser así. De hecho, les aseguramos que las cosas han cambiado bastante. Días atrás ya comentamos en este mismo espacio del periódico que con la llegada de Suso Machín a la presidencia de CC se han marcado varios objetivos: uno de ellos, tal vez el prioritario, es recuperar la confianza de los ciudadanos, de los electores, para lo cual se está haciendo un trabajo concienzudo y serio que lideran personas como Marci Acuña, nombrado muy acertadamente a nuestro juicio secretario de Organización de la formación. En CC están tratando de incorporar personas nuevas, algo similar a lo que está haciendo Astrid Pérez en el PP. Pero también están intentando soltar a algún lastre tipo Basioleta o Molu, gente que se les ha pegado como la garrapata se pega al perro y que les ha hecho perder votos a pasos agigantados. Por eso nos da la sensación de que no están en la onda de la constante y persistente especulación política de Lanzarote. No están pendientes sobre todo de los caprichos y apetencias de los otros, cosa que nos parece muy bien.

Aquí no se trata de gobernar por gobernar, se trata de hacer las cosas bien. Lo que es obvio (no hace falta que lo digamos nosotros, salta a la vista), es que el pacto PSOE-PIL no funciona. Hay enfrentamientos constantes, sobre todo en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife. Así, si alguien no hace que cambien las cosas esta alianza está condenada a entenderse, por desgracia para Lanzarote. Y decimos por desgracia porque han pasado casi dos años y los frutos de este pacto, que surgió de las elecciones como el pacto salvador de la Isla, no se ven por ningún lado, especialmente en el Cabildo. ¿Nos puede decir alguien qué ha hecho el desgobierno de Manuela Armas al margen de vender humo, hablar de sostenibilidad, trasladar al exterior la imagen de un urbanismo salvaje a través del tema de los hoteles, gastarse lo que no está escrito en absurdos estudios y en sospechosas subvenciones y arruinar la gestión de empresas públicas como los Centros Turísticos o Inalsa? Las cosas podrían haber cambiado bastante en las últimas horas, insistimos. Hasta el punto de que habría gente del PSOE, cansados tal vez de los amagos de infidelidad de sus socios de gobierno, que podría haber preguntado determinadas cuestiones en Lanzarote. Decimos más, no tiene por qué haber sido directamente aquí, aunque sí a personas muy arraigadas a esta tierra. Y no sólo porque interese Lanzarote, sino porque Lanzarote puede ser, como ha sido siempre, la antesala de algo mucho más gordo. No olvidemos que esta isla ha sido y parece que va a seguir siendo el laboratorio político con el que todo el mundo experimenta.

Recuerden los lectores más despiertos que el día en el que Jerónimo Saavedra anunció que iba a presentar candidato alternativo a López Aguilar comenzó a especularse con la posibilidad de que el ex ministro fuera cabeza de lista en las elecciones europeas, algo que habría impuesto Saavedra a la Federal a cambio de conseguir un pacto con CC en el Gobierno autonómico que con el beligerante secretario general actual es prácticamente imposible. Recuerden los lectores más despiertos que López Aguilar, a pesar de que no permitió que le quemaran antes de tiempo y fue precavido al presentarse a la reelección como secretario general, tiene muy claro que su puesto está fuera de Canarias. Recuerden además que esta semana han hablado en La Moncloa José Luis Rodríguez Zapatero y Paulino Rivero, y no sólo de financiación autonómica, por mucho que se piense Román Rodríguez.

Es decir, que hay gente empeñada, y buena parte de ella está en las filas socialistas, en mover ficha y en hacer determinados cambios de aquí a poco tiempo, con el fin de cambiar su posición en determinados lugares, sobre todo en lo que tiene que ver con el Ejecutivo autonómico. Habría mucho en juego.

¿Qué piensa CC de esta posibilidad? De momento Claudina Morales, lo ha dicho por activa y por pasiva, está intentando convencer a otras fuerzas nacionalistas para que se sumen al proyecto común de cara a las elecciones europeas. Pero no va a esperar eternamente, y puede que ya esté cansada cuando los que tienen que decir que sí se decidan a dar el paso. Puede ser demasiado tarde para ellos y se pueden encontrar con una sorpresa morrocotuda. Con un portazo en las narices.

Ya les advertimos estos días que 2009 era el año de la especulación política, y de los movimientos singulares. Ya les dijimos que el zurrón de los rumores venía repleto de novedades, y mucho nos tememos que algunos se habían olvidado de determinadas posibilidades que se podrían producir a poco que no se espabilen. O tal vez ya es demasiado tarde.

Por cierto, y sin que tenga nada que ver con lo anterior. O sí. Este jueves cenaron juntos dos viejos amigos del socialismo canario, dos veteranos de guerra a los que sus discípulos no han tratado con el cariño que merecen sus respectivas hojas de servicio. Nos referimos a Jerónimo Saavedra y Segundo Rodríguez. ¿De qué hablaron en esa cena, hablaron tal vez de política local, hablaron tal vez de política regional, se prepara alguna sorpresa para los prolegómenos de la primavera?

Lo de Inalsa

Tras lo ocurrido este viernes, por cierto, poco se puede decir del tema de Inalsa. Si no cambia nada en las próximas horas, se trata de una metedura de pata de los técnicos del Gobierno de Canarias de órdago, suficiente como para que los políticos, que son los que van a quedar fatal, soliciten responsabilidades. No se puede ser tan poco serios con un asunto tan importante. Mucho menos dar por seguro algo que no lo era y generar el tremendo debate que se ha producido en Lanzarote. Lo importante, como venimos diciendo, que la empresa pública (que nadie se olvide que ni es del PSOE, ni del PIL ni de ningún otro partido) sea la que se lleve la adjudicación, porque así nos la llevaremos todos. También hay que decir, y dejamos un análisis más profundo para el lunes, que la respuesta ha sido bastante lenta. Esto tendría que haberse zanjado sobre la marcha.

¿CAMBIO DE RUMBO POLÍTICO?
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