El esqueleto de un rorcual tropical (Balaenoptera edeni) se erige a modo de escultura sobre el horizonte de la bahía de Puerto del Rosario, al cumplirse un año de las manifestaciones ciudadanas en las que miles de personas de toda Canaria salieron a la calle para protestar contra la autorización del Gobierno español a la empresa multinacional Repsol para realizar prospecciones petrolíferas frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote.
La escultura se incluye en el proyecto La Senda de Los Cetáceos, una colaboración entre el Cabildo de Fuerteventura y la asociación Canarias Conservación que preside el biólogo marino Manuel Carrillo, y que ha permito ubicar en la última década hasta cinco esqueletos de este tipo en distintos puntos de Fuerteventura.
Esta última escultura, perteneciente a un ejemplar joven de rorcual tropical que fue localizado muerto en aguas de Costa Calma en agosto del año 2006, se presentó esta mañana en el nuevo espigón de la Avenida Marítima de Puerto del Rosario (Paseo de Los Demócratas) con la presencia de numerosos representantes del Cabildo y varios ayuntamientos, encabezados por el presidente insular y el alcalde capitalino, Mario Cabrera y Marcial Morales, y también de la plataforma ciudadana 'No al petróleo. Sí a las renovables'.
Mario Cabrera valoró como esta nueva escultura del proyecto La Senda de Los Cetáceos "representa la necesidad de dar a conocer la riquísima biodiversidad que tenemos en nuestras aguas, y que desconocemos en gran medida. Recordemos como este proyecto surgió en respuesta a las maniobras militares Neotapon y Majestic Eagle, que en 2002 y 2004 provocaron la muerte de decenas de cetáceos que aparecieron varados en nuestras costas, tal y como han demostrado estudios científicos. Todas esta biodiversidad se ve amenazada una vez más, pero ahora por culpa de la autorización del gobierno de España a Repsol, con el ministro Soria a la cabeza, para poner en marcha una industria petrolífera en unas aguas que este mismo Gobierno, desde el Ministerio de Medio Ambiente, ha declarado como Zona de Especial Sensibilidad Marina".
Marcial Morales destacó el valor de contar con "un espacio urbano vinculado a lo natural, que nos une a las reivindicaciones por una apuesta sostenible en una isla Reserva de la Biosfera, pues tenemos que tener la inteligencia de entender que en este modelo está el futuro de nuestra sociedad".
En representación de la plataforma ciudadana se pronunció Isidro Morales, que habló "del problema que se nos viene encima con la autorización a las petroleras. Un año después seguimos luchando, y dándonos cuenta que contamos con un apoyo cada vez mayor de la sociedad. Evidentemente está claro que este gobierno del PP lo que quieren es hacer las prospecciones sí o sí, sin tener en cuenta en ningún modo todos los factores que Fuerteventura pone sobre la mesa, y que son que nuestro futuro turístico pasa por conservar nuestra biodiversidad y la pureza de nuestras aguas".
Además del Cabildo de Fuerteventura y Canarias Conservación, han participado en la instalación de esta escultura el Ayuntamiento de Puerto del Rosario y La Autoridad Portuaria de Las Palmas.
El rorcual tropical
El esqueleto reconvertido en escultura presentado hoy pertenece a un espécimen joven de rorcual tropical (Balaenoptera edén) que apareció muerto y flotando en aguas de Costa Calma en agosto de 2006. La rehabilitación del esqueleto, de 9 metros de largo, para su exposición, es un proceso largo que requiere de su mantenimiento bajo tierra durante meses hasta desprender totalmente la carne, así como un tratamiento minucioso de cada uno de los huesos que asegure su conservación al aire libre.
Según el responsable del proyecto de la Senda de Los Cetáceos, el biólogo marino Manuel Carrillo, el rorcual tropical "es una especie protegida que está poco estudiada, pues en España sólo se conoce su existencia en aguas canarias. Se sabe que se desplaza hasta el Archipiélago entre primavera y verano, mientras que habita durante la estación fría en zonas más templadas de aguas africanas. Sólo el hecho de contar con esta especie en nuestras aguas supone una oportunidad de desarrollar proyectos pioneros a nivel mundial".
La Senda de Los Cetáceos
Gracias al proyecto de La Senda de Los Cetáceos, que impulsan el Cabildo de y la Fundación Canarias Conservación, Fuerteventura cuenta con una espectacular colección de esqueletos de cetáceos que se exhiben en distintos puntos de la Isla, contribuyendo a divulgar el respeto y el conocimiento del medio marino, así como a embellecer parajes emblemáticos de la Isla.
Las ubicaciones de estas esculturas naturales son el Saladar de Jandía, donde luce el esqueleto de un gran cachalote (Physeter macrocephalus) de 15 metros; el Museo de la Sal de las Salinas del Carmen, que acoge un rorcual común (Balaenoptera physalus) de 20 metros de longitud; o el Faro de Jandía, donde se expone el esqueleto de un zifio de couvier (Ziphius cavirostris).
Las dos últimas esculturas realizadas son las de este rorcual tropical y la de una ballena piloto o calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) de 4 metros de largo. Ambos esqueletos fueron ya expuestos en la exposición 'Biosfera Fuerteventura', realizada por el Cabildo Insular en el Real Jardín Botánico de Madrid en el año 2011. Tras el rorcual tropical en la capital de la Isla, se planifica la instalación del esqueleto de ballena piloto en el municipio de La Oliva.
Montaje y Conservación
El montaje de escultura la escultura se consigue al finalizar el tratamiento y ensamblaje de casi 300 huesos individuales. Tanto este como el resto de esculturas del proyecto se han realizado en las instalaciones de la Estación Biológica de La Oliva, cedidas por el Cabildo para este fin.
El equipo de Canarias Conservación utiliza una interesante técnica en la fase final de la recuperación de los esqueletos, que consiste en un tratamiento aplicado a los huesos. Una novedosa mezcla compuesta de agua, látex, endurecedores, fungicidas y algicidas, aplicada al esqueleto, permite su conservación ante amenazas como los hongos y la humedad sin que los huesos pierdan su color blanco natural.
El proceso completo comienza con la retirada de la mayor cantidad posible de materia orgánica adherida a los huesos del cadáver del animal. Tras alrededor de dos años enterrado (preferiblemente en picón para favorecer una correcta descomposición), se saca el esqueleto a la superficie durante una segunda fase que se extiende durante alrededor de otros dos años. A partir de este momento, en primer lugar se aplica un lavado de agua a presión a los huesos, y luego se alternan el dejar los huesos a la intemperie para su limpieza natural con la aplicación de diferentes tratamientos. En caso de encontrarse algún hueso roto o deteriorado, se puede recomponer utilizando resina y fibra de vidrio.
Muertes de cetáceos por actividad humana
Todos los ejemplares de cetáceos que han dado lugar a estas esculturas han aparecido varados en las costas de la Isla o localizados flotando en el entorno del litoral insular, algunos por causas meramente naturales, y otros por la acción directa de la actividad humana. Los casos más graves de este último supuesto se han asociado científicamente a las maniobras navales ejecutadas por la OTAN frente a las costas de la Isla, denominadas Neotapón 2002 y Majestic Eagle 2004, que provocaron un masivo varamiento de estos mamíferos marinos.
Fue la tesis doctoral presentada en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en el año 2011 por la bióloga marina Yara Bernaldo Quirós, y dirigida por el prestigioso catedrático Antonio Fernández Rodríguez, la que permitió confirmar lo que hasta entonces era sólo una hipótesis: los potentes sónares experimentales utilizados en aquellas maniobras fueron los causantes de los varamientos.
Estudio de los cetáceos
Son varios los organismos y entidades que intervienen cuando aparece varado en las Islas algún mamífero marino. Por ejemplo, el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la ULPGC, envía a Fuerteventura un equipo de veterinarios del Servicio de Histología y Patología Animal cada vez que se localiza un cetáceo accidentado que sea susceptible de ser estudiado.
La ULPGC trabaja para identificar las posibles causas de mortalidad, mientras que la SECAC (Sociedad para el Estudio de Cetáceos en el Archipiélago Canario, con base en Lanzarote), envía también a su personal para realizar un estudio biológico del animal (genética, especie, poblaciones, etc.).
Por último, desde la Fundación Canarias Conservación se completan los estudios anteriores con el análisis del esqueleto, una vez despojado de los restos orgánicos. El equipo de Manuel Carrillo realiza la medición y el pesaje de todos los huesos de cada ejemplar, lo que está permitiendo acumular una gran cantidad de valiosos datos.