Fotos: Dory Hernández
La recién inaugurada Sala Municipal de Exposiciones Charco de San Ginés acoge desde este jueves la nueva edición de la World Press Photo. Por noveno año consecutivo Lanzarote es una de las ciudades del mundo elegidas como sede de exposición de las mejores fotografías realizadas por periodistas gráficos reconocidos en el ámbito internacional.
Todo un “privilegio”, como señaló durante la presentación de la muestra el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Arrecife, Celso Betancor. El concejal se encargó de inaugurar la sala de exposiciones y la propia muestra, que estarán abiertas al público desde ayer y hasta el próximo 27 de agosto.
Situada en el Charco de San Ginés junto a la Casa del Miedo, este nuevo recinto estará a disposición del Consistorio capitalino durante un año, en el que los interesados en el arte tendrán su punto de encuentro.
Para su debut, la sala cuenta con esta exposición de lujo, que sólo se repetirá en España en La Coruña y Vitoria-Gastei. En Arrecife el horario en el que se mantendrá abierta al público es de lunes a viernes de 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.
Una exposición internacional
La World Press Photo lleva más de 50 años apoyando el trabajo de los fotógrafos profesionales de prensa de todo el mundo, que son premiados por la organización y pueden llegar así a un público más amplio al ser expuestas en 122 países.
Las fotografías conforman además un testimonio gráfico de la actualidad mundial, ya que reflejan la cara más dura de la sociedad internacional.
Precisamente pensando en esto, en la sala del Charco de San Ginés las instantáneas se han colocado teniendo en cuenta la ciudad en la que se exponen, y por eso los visitantes se encontrarán en primer lugar con las que describen la crudeza de las vidas de los inmigrantes que llegan a España en pateras y sobre todo de la realidad que les rodea en sus países de origen.
La muestra consigue transmitir en imágenes lo que tal vez los discursos no consiguen y lo hacen plasmando momentos concretos que reflejan los sentimientos de sus protagonistas.
Es el caso de la ganadora de este año, que preside la exposición, que describe el semblante de una madre que observa al espectador con la mano de su hijo tapándole la boca. La instantánea fue tomada por el canadiense Finborr O'Reilly, de Reuters.
El resto de piezas de la muestra también se concentran en la sala según su temática, que va desde el drama de los que sufrieron el terremoto de Afganistán o el Huracán Catrina, hasta la explotación infantil o la repatriación de los cuerpos de militares estadounidenses.
Fotografías tomadas en todo el mundo por fotógrafos de todo el mundo. Desde China hasta Moldavia o Nueva Cork, la nacionalidad de los profesionales o de las historias cambian a cada paso que se avanza por el itinerario marcado en la exposición y que acaba en la segunda planta, en la que se unen deporte y naturaleza.
En definitiva no es más que un pequeño boceto del mundo que nos rodea pero que permanece oculto a los nuestros ojos. Una realidad en la que estos profesionales se han zambullido para plasmar un instante que contiene el dolor de ese otro mundo escondido.