lunes. 12.05.2025

Me dicen que la luna, tras la descalificación de Plutón como planeta del sistema solar, está de los nervios la pobre, que se viene abajo por momentos. Teme que los científicos, esos seres rarísimos que saben mucho de algo y nada de lo demás, que se manchan la bata porque les chorrea el aceite del bocadillo, le retiren la categoría de satélite y la degraden tipo anuncio de neón. Sus razones no le faltan, y es que todo lo que tocan los americanos pierde entidad y categoría.

Sicólogos, pedagogos, y otras veinte profesiones cuyo nombre termina en “ogo”, han dicho desde siempre que la curiosidad infantil es uno de los grandes principios que conducen al aprendizaje, una baza para ganar la partida a la ignorancia que tanto proclaman las televisiones. Dicen que es bueno, necesario y conveniente que el infante observe, escrute, indague, bien sea por Internet o por el agujero de la cerradura, que de todo se aprende. Ahí tienen el caso de MANOLITO TRESJUNCOS, que fue el primer médico forense de su promoción, y es que desde pequeñito, por un agujero, espiaba a la criada cuando esta se duchaba, que por cierto se duchaba mucho.

Está claro que, contra lo que algunos opinan, la curiosidad no mata, al contrario, enriquece y predispone hacia el conocimiento de cuanto nos rodea. Un niño curioso tiene todas las bazas de sabio en potencia, y de llegar a ser un científico de renombre mundial, siempre que se vaya a otro país, como SEVERO OCHOA.

Tras el anterior razonamiento, no comprendo como la luna llena reaccionó de aquella manera y forma cuando se sintió observada por el niño del telescopio. En lugar de mostrarle su cara amable le hizo un corte de mangas lunar que dejó al pobre niño patidifuso, sin acertar a comprender. La luna es así de cabrona. De ahí, de su especial carácter viene el calificativo de lunático, con los que nos referimos a los que están algo “ pallá”, de lunares, a las manchas, de lunes a los días más indeseables de la semana. De ahí que aquel toro enamorado de la luna, que decía la canción, se hizo homosexual, y de ahí también que los astronautas AMSTRONG, ALDRICH y COLLINS, al pisar la superficie lunar, dijeran lo de “Houston, tenemos un problema, no hay petróleo aquí ni mucho menos”. ¿A qué se pensaban ustedes que subían los americanos a la luna, para hacer poesía? Menudos son.

Pues ya lo saben, luna, lunes, lunar, lunático... La luna dicen que está así desde que se enteró de que no tiene luz propia, como la mayoría de nuestros políticos que necesitan tantos asesores para luego...iba a decir cagarla, pero en fin. Acabo como el poeta: “ Mátame despacio, luna canalla...”

Luna Canalla
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