El motivo que les ha impulsado a ello es su total desacuerdo con el plan. “Es necesario atender el desarrollo de la Isla y ese plan no puede ser aprobado y llevado por sorpresa al Consejo de la empresa sin pasar por los responsables del Cabildo o del Ayuntamietno y, sobre todo, sin tener en cuenta al resto de la población”, aseveró. “Porque el agua es problema de todos y todos tenemos que participar en un proyecto de futuro como es éste y garantizar que la gestión de Inalsa sea directa, pública y responsable”, añadió.
En este sentido, Farray concluyó recordando que “no podemos estar de acuerdo en tres cosas fundamentales de las que dice el plan”. Se refirió a “incluir en el mismo los acuerdos extrajudiciales, el tema de la forma de financiación del plan con créditos empresariales y las pocas garantías de futuro".