El director insular de Ordenación del Territorio del Cabildo de Lanzarote, Rafael Martín, ha registrado este miércoles su renuncia al cargo que desde el pasado mes de octubre de 2010 desempeñaba en la Corporación, alegando motivos de índole personal.
La Primera Corporación insular explica este jueves en nota de prensa que se trata de unas razones y de un cese voluntario que en el mes de junio de este año ya había anunciado al presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, quien entonces le solicitó que permaneciese unos meses más hasta en tanto se pudiera sustituir el cargo en este órgano importante de dirección. No obstante, el ya exdirector insular seguirá colaborando con el Cabildo de Lanzarote para dar continuidad a su labor como letrado y representante de la primera Corporación insular en los contenciosos-administrativos que la Institución mantiene con distintos promotores.
Tras la confirmación en estos días de dicha renuncia y tras haberla presentado finalmente en el día de ayer, el Consejo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote acuerda nombrar como nuevo director insular de Ordenación del Territorio a Miguel Ángel Santana Cárdenes.
En la propuesta de contratación, el nuevo director insular renuncia a una parte importante de la masa salarial que se le atribuye a este cargo de director insular, con una reducción de 20.000 euros sobre el salario bruto que percibía su antecesor.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, entiende que esta medida supondrá un refuerzo a la estrategia de incorporar a Gesplan para la agilización de los planes insulares, ya que “en definitiva, forma parte activa del aparato del Gobierno en la tramitación del planeamiento insular y ofrece, por tanto, mayores oportunidades de alcanzar el objetivo de aprobar el nuevo Plan Insular de Ordenación del Territorio de Lanzarote”.
Por último, el presidente de la Corporación agradece al exdirector insular de Ordenación del Territorio, Rafael Martín, “los servicios prestados a la Institución en un contexto sociopolítico de enorme complejidad para un departamento cuya tarea se encontró siempre en el epicentro del debate y la polémica. Y en ese sentido -continúa San Ginés- al menos considero que se ha logrado colocar el debate en el ámbito jurídico-técnico del que nunca debió salir, alejado de la permanente polémica política y mediática”.