Lo dijo esta semana Pedro San Ginés; lo dijo Antonio Morales y lo dijo Echedey Eugenio. El presidente del Cabildo, el secretario de Organización de Coalición Canaria (CC) y su responsable de Comunicación se negaron durante sus intervenciones en Crónicas Radio-Cadena COPE a tomarse como algo ofensivo o indisciplinado que los consejeros Sergio Machín y Mónica Álvarez decidieran levantarse sin venir a cuento durante la celebración del pleno en el que se tendría que haber abordado la polémica sobre los Centros Turísticos. Todo el mundo sabía que la decisión de los consejeros estaba realizada con premeditación, pero la versión oficial fue en todo momento la de restarle importancia. La nueva dirección de CC, tal y como han confirmado distintas fuentes a este diario, tiene claro que no va a entrar al trapo de ningún tipo de provocación, a pesar de que son conscientes de que éstas, las provocaciones, se han producido, se están produciendo y se seguirán produciendo en el futuro inmediato. “Están intentando que saltemos, y no lo van a conseguir”, ha comentado una de estas fuentes.
Y el no saltar tiene una explicación bastante elemental: los que están al frente del partido ganaron un congreso en diciembre, tienen por tanto el poder orgánico en sus manos y no creen necesario entrar en el cuerpo a cuerpo que el sector crítico plantea en una especie de desesperado intento por seguir generando inestabilidad interna y externa. Por ese mismo motivo la versión oficial que dan en CC sobre la decisión de Machín y Álvarez de solicitar que las votaciones en los plenos sean individuales y no por grupo es que es una mera provocación que no tiene la menor importancia. Saben, o es lo que creen, que detrás de todo está el alcalde de Haría, José Torres Stinga, y otros miembros del partido que perdieron su apuesta por Inés Rojas en el último congreso y que no se resignan a pasar a un segundo plano. Parece que el único eslavón que no les cuadra en exceso es el de Mónica Álvarez, quien ha estado en todo momento al lado de los nuevos mandatarios y que no parece tener razones de peso para hacer lo que está haciendo.
Para seguir por los conductos oficiales, los dos consejeros del Cabildo tendrán que ser convocados de forma oficial a una reunión que se tendría que producir sí o sí esta semana para aclarar numerosas cuestiones de su actual situación, aunque no parece que entre en la hoja de ruta tomar decisiones drásticas. Son conscientes de que en la provocación no está incluída de momento la indisciplina, de ahí que no entre en los cálculos de la formación que Machín o Álvarez se quieran convertir en la Nayra Callero del Cabildo. Es más, en el momento en el que dejaran al grupo de gobierno en minoría en una votación serían proclamados oficialmente como tránsfugas, y por tanto no podrían participar en una votación de moción de censura sin que se contara con un voto más por cabeza, cosa numéricamente bastante complicada. Tampoco parece que entre en los planes del sector crítico, puesto que de ser así lo habrían hecho en el pleno de la semana pasada.
Aunque el alcalde de Haría dijo durante su seguida intervención del jueves en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-Cadena COPE que en estos momentos en la Isla todo el mundo estaba hablando con todo el mundo para generar inestabilidades a través de mociones de censura u otros mecanismos, en la dirección de CC aseguran estar tranquilos, de ahí que hayan transmitido a sus compañeros del Cabildo, de Arrecife y de Teguise que sigan centrados en su trabajo y tampoco respondan a provocaciones o dudas que lo único que pretenden es recuperar escenarios pasados y tremendamente repetidos en la historia política de Lanzarote.
El acto de Haría
Finalmente el presidente del Cabildo acudió este sábado a explicar lo que para él ocurre realmente con los Centros Turísticos a la Tegala de Haría, a un supuesto territorio hostil. No llegó al centenar el número de vecinos que acudió, aunque cuesta creer que haya un solo vecino del norte de la Isla que no haya escuchado o leído la versión de Pedro San Ginés sobre el conflicto con su compañero Pepe Torres.
En la teórica estrategia de no entrar al trapo de provocaciones del compañero-enemigo no entraba el acto de este sábado, de ahí que desde este diario se hiciera la pregunta pertinente a la dirección de CC al respecto. La respuesta fue en la misma línea: no fue una provocación como respuesta a la posición del alcalde o a la demanda contra el congreso, era un acto programado por el Cabildo desde hace mucho tiempo.