La Comunidad Musulmana en Lanzarote está formada por más de mil personas de diferentes nacionalidades que además de compartir una fe comparten un espacio y sede social en la calle Zaragoza, en Arrecife. El pasado viernes, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, acompañado por el consejero de Participación Ciudadana e Inmigración, Juan Antonio de la Hoz, y la concejal del ayuntamiento de Arrecife, María Ángeles García, visitaron este espacio que aspira a convertirse en la isla, según los responsables de esta comunidad, en un "centro sociocultural integrador cuyas puertas siempre estarán abiertas a todo aquél que quiera visitarles".
En este espacio, explica este lunes mediante nota de prensa el Cabildo insular de Lanzarote, conviven bajo el respeto, la tolerancia y la unión de culturas de varias nacionalidades, desde personas de procedencia marroquí, del Sáhara o países del Este, hasta turistas musulmanes que llegan a la isla y encuentran en este centro su espacio de culto. Con mucha hospitalidad, tuvieron palabras de agradecimiento hacía los representantes públicos del Cabildo y del Ayuntamiento por la visita a su nueva sede que recientemente acaban de restaurar y adecentar con el trabajo voluntario de los miembros de dicha comunidad.
"En este centro además, ofrecemos clases gratuitas de árabe a unos 200 niños y niñas que han nacido en esta tierra para que conozcan también su cultura de procedencia. Clases que ofrecemos también a todas las personas de esta isla que quieran aprender este idioma", explicaron. Asimismo, dan clases de español y talleres de la cultura canaria y española, derechos y obligaciones y administraciones públicas, entre otros, para una mejor integración y convivencia en la sociedad lanzaroteña.
El centro social que se encuentra en Arrecife es el único espacio que existe en la isla para el encuentro y el rezo de la comunidad musulmana "que en Lanzarote se encuentra unida y convive en respeto y solidaridad con todas las culturas que confluyen en este espacio" por lo que solicitaron a las administraciones locales colaboración para la realización de talleres de integración, tanto para niños y niñas como para adultos, y para completar alguna estancia que aún no han podido acabar de este proceso de renovación de sus infraestructuras.
Por su parte, el presidente del Cabildo se comprometió a estudiar las necesidades de esta comunidad, como único centro existente en la isla que aglutina a un millar de personas semanalmente en sus dependencias y que conviven bajo la única bandera de la "convivencia, la tolerancia y el respeto".