Las irregularidades que un reciente informe del Cabildo de Lanzarote atribuye al Hotel Meliá Volcán, en Playa Blanca, "no se corresponden con la realidad". Así al menos lo intentó demostrar este jueves en rueda de prensa el presidente de la patronal hotelera, Francisco Armas. Y lo hizo con documentos en mano. La convocatoria a los medios de comunicación la hizo Armas en calidad de consejero delegado de Horinsa más que como dirigente de Asolan. La empresa, vinculada tradicionalmente al sector de la construcción, es copropietaria del hotel en cuestión. Establecimiento éste con licencia de obra anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias a raíz de demandas judiciales tramitadas en 2004 por la Corporación insular y la Fundación César Manrique (FCM).
Adaptación del plan parcial al PIOT de 1991
El Meliá Volcán está sobre el plan parcial Castillo del Águila. La cuestión de la adaptación de dicho planeamiento municipal al Plan Insular de 1991 se esgrime en el informe del Cabildo como principal irregularidad atribuible al establecimiento. El Cabildo, al entender que no se adapta el PIOT, incrimina al hotel haber superado holgadamente el número de camas permitidas. En un plan parcial no adaptado al PIOT estaría prohibido construir más de la mitad de las plazas previstas.
Precisamente lo contrario ha pretendido demostrar en rueda de prensa Francisco Armas. Un documento que mostró a la prensa acredita que el 28 de abril de 1998 la COTMAC dio por aprobada definitivamente la adaptación del plan parcial al PIOT de 1991.
La licencia de obra fue otorgada a los promotores el 1 de junio de 1998, un mes después del visto bueno de la COTMAC. Por todo ello, los empresarios entienden haber cumplido con todas sus obligaciones en materia de adaptación al Plan Insular.
El consejero de Horinsa recordó además su participación en la junta de compensación del plan parcial Castillo del Águila, instancia que trabajó precisamente en la adaptación del planeamiento al PIOT. Se redujo drásticamente el número de camas, la edificabilidad, y los usos de la mitad de las parcelas, que pasaron de turísticas a residenciales, comerciales y de equipamientos.
La sentencia del TSJC
La justicia, tras estudiar una demanda contra el Ayuntamiento de Yaiza, anuló la licencia de obra concedida a los promotores en 1998, alegando la falta de un informe de compatibilidad con el PIOT de 1991. Francisco Armas puso en duda la decisión judicial. Horinsa entiende que la adaptación aprobada por la COTMAC en abril de 1998 liberó al Ayuntamiento de Yaiza de la necesidad de presentar dicho informe. En cualquier caso, insistió el presidente de Asolan en que “la falta se atribuye al municipio, no al promotor”.
Adaptación a la Moratoria
Otra irregularidad que achaca el Cabildo al Meliá Volcán es la falta de adaptación a la Revisión del PIOT de 1998, más conocida como La Moratoria. Aprobada en pleno por el Cabildo el 20 de mayo de 1998, Armas destacó que también fuera casi un mes después de la aprobación del plan parcial por el Gobierno canario.
Por otra parte, el asesor jurídico de Asolan, José González, que también intervino en la rueda de prensa, recordó que la Moratoria se halla en una situación delicada desde el punto de vista legal. Anulada en varias sentencias del TSJC sigue a la espera de un auto en firme.
“Falta de voluntad política”
Desde que el grupo de gobierno PIL - PSOE asumiera el gobierno insular, la presidenta transmitió en numerosas ocasiones su voluntad de reunirse con todos los empresarios hoteleros para intentar resolver los problemas existentes y tratar de regularizar aquellos establecimientos cuyas faltas son subsanables. “Todavía estamos esperando”, dijo Francisco Armas. “Y ahora llega el informe, que hace que estemos más lejos de la solución”. El presidente de Asolan reconoce que “se trata de un informe serio, muy bien hecho, pero que no contribuye a solucionar el problema”.
Asumiendo ya su cargo como presidente de la patronal hotelera, Armas dijo que “no hay voluntad política para resolver el problema”. “Se tiene que ser creativo en la búsqueda de soluciones. Sería un fracaso colectivo para Lanzarote tener que tirar un hotel”, añadió.
Daños a la imagen de la empresa y del sector
Volviendo al caso concreto del Meliá Volcán, el consejero de Horinsa considera que se ha tratado “de forma despectiva” a la empresa. “Nos han echado mucha porquería encima”. Por si fuera poco, considera que “los titulares en prensa insular, regional y nacional han dañado muchísimo la imagen de una empresa vinculada desde siempre a Lanzarote”.
Además de la imagen, también se ha dañado el negocio hotelero. La fragilidad legal de muchos establecimientos provoca que “los touroperadores, que son mercaderes, nos hayan tirado los precios abajo”.