domingo. 11.05.2025
Centenares de personas abarrotaron el salón de plenos de la capital, en una sesión que discurrió con absoluta normalidad y en la que PSC y PIL ratificaron su acuerdo de gobierno

Enrique Pérez Parrilla toma posesión como alcalde de Arrecife ofreciendo “cuatro años para dignificar la política municipal”

Ni María Isabel Déniz ni dirigentes socialistas como Manuel Fajardo acudieron a la sesión. Desde la oposición se prometió colaboración y lealtad siempre que se desarrolle una política “transparente” y “participativa”. Andrés Barreto fue el único concejal que prometió su cargo “por imperativo legal”

Fotos: Dory Hernández

Enrique Pérez Parrilla tomó este sábado posesión de su cargo como alcalde de Arrecife ofreciendo a todos los ciudadanos “cuatro años para dignificar la política municipal”. Con el pensamiento todavía puesto en sus tiempos como presidente del Cabildo -llamó “consejeros” a los concejales en dos ocasiones-, el candidato más votado se convirtió en el sonriente protagonista de una sesión plenaria que estuvo marcada por la corrección y normalidad democrática de un acto estético y cargado de buenas intenciones, en el que el Partido Socialista Canario (PSC) y el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) ratificaron su acuerdo de gobierno.

Como en las grandes ocasiones, los veinticinco concejales electos entraron en un salón de plenos que nuevamente se quedó pequeño para celebrar un acto de esta importancia. Alguna pancarta en el exterior recordando las promesas sobre Morro Angelito, la irrupción de la Policía Local en un amago que no quedó muy claro de que fue y poco más. Calma chicha.

Centenares de personas no quisieron perderse la constitución del principal consistorio de la Isla, sin dejar un solo sitio libre y con gente en los pasillos y fuera de la sala. Alguno de los implicados parecía que iba de boda. Lucieron sus mejores galas gente como Manuel Pérez Gopar, Cándido Reguera, Emilia Perdomo o el propio Enrique Pérez Parrilla, que eligió para la ocasión un traje de color gris claro. Además de las presencias, destacaron ausencias como la de la alcaldesa saliente, María Isabel Déniz -renunció a su acta después de la debacle electoral-, y la de la cúpula dirigente del PSC -no estuvo ni el secretario general, Manuel Fajardo, ni el secretario de Organización, Carlos Espino-.

El pleno se inició con diez minutos de retraso. La concejal Lolina Curbelo presidió la mesa de edad. Los distintos concejales electos fueron prometiendo o jurando su cargo, todos menos el representante de Alternativa Ciudadana (AC-25M) Andrés Barreto, que lo hizo “por imperativo legal”, lo que despertó el primer gran cuchicheo de la mañana. Luego, todos los grupos propusieron a su cabeza de lista como candidato a la Alcaldía, a excepción del PIL, que renunció a favor del representante socialista. La votación no dejó lugar a la duda. Pérez Parrilla obtuvo los catorce votos de los dos partidos, mayoría absoluta.

Los discursos de la oposición

El primero en hablar, en orden de menor a mayor número de votos obtenidos, fue el portavoz de Alternativa, Ginés Quintana. En el discurso más largo y duro de la mañana, y tras felicitar al nuevo grupo de gobierno y desear suerte a su alcalde, reprochó la mala gestión que ha llevado la capital por culpa de todos los partidos que tuvieron representación en el pasado mandato, entre ellos también PIL y PSC. Así, dijo que a su grupo le preocupa el pacto actual, sobre todo por lo que ha significado en otras épocas para la política local.

Quintana dijo que su partido quiere que se haga especial hincapié en los temas urbanísticos y en lo que definió como el “plan comercial de mamotreto” en el que se ha convertido el Plan Especial del Puerto de Arrecife (PEPA). Aseguró que estarán siempre vigilantes y luchando contra prácticas tendentes “al derroche, el enchufismo y la creación de Reinos de Taifas”.

Por otro lado, se felicitó por ver en el nuevo grupo de gobierno tantos “rostros nuevos en política”, lo que espera que signifique también “nuevas formas de trabajar”. “Esperamos que no se parezca en nada al pasado”, comentó. Además, pidió que a partir de ahora se le dé un trato mejor a la oposición, que no vean en ella al “enemigo a batir”.

Quintana hizo un resumen de las muchas propuestas que su grupo tiene para los próximos años garantizando que sobre todo se trata de “diseñar la ciudad que todos queremos”, para lo que será fundamental la transparencia en la gestión y en las contrataciones de personal.

En segundo lugar intervino Pedro de Armas, como portavoz del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL). En un discurso marcado también por el buen talante y los buenos modos de estos primeros días, deseó a Pérez Parrilla "mucho éxito en su gestión”, algo que se hará siempre bajo la supervisión y la vigilancia tanto suya como de su compañera Isabel Martinón.

De Armas dijo que es fundamental el esfuerzo de todos para sacar a la capital de la “parálisis y el atraso que tiene actualmente”. “Tenemos una primera tarea, pacificar el clima de convivencia provocado por decisiones injustas adoptadas en años pasados”, destacó, prometiendo que realizarán una oposición “participativa, leal y constructiva”. Asimismo, dijo que espera que en los próximos años se consiga un Arrecife “más verde, respirable y adaptado para el paseo”.

El tercer portavoz en intervenir fue Luis Morales, como la voz de Coalición Canaria (CC) en la sesión. Fue sin duda el discurso más contundente y su lector el concejal que más nervioso se mostró. Era lógico si se tiene en cuenta que su formación fue la más castigada en las urnas y la más atacada por el resto de adversarios.

Morales señaló que Arrecife se encuentra en un “momento crucial” que ha heredado del Gobierno anterior, que puso en marcha un proceso caracterizado por la modernización y el avance de la ciudad. Como se esperaba, echó mano de los buenos resultados económicos obtenidos por la gestión de su compañero Manuel Pérez Gopar, y de las numerosas inversiones realizadas y pendientes de realizar, que suman un total de 60 millones de euros.

En la misma línea, le indicó al nuevo alcalde que no va a tener nada fácil gobernar en los próximos cuatro años, porque Arrecife no es un lugar fácil de gobernar, reiterando que su grupo le va a dar los cien días de gracia, teniéndoles enfrente en el momento en el que perciban que se ha producido una decisión “precipitada y contraria a los principios de su partido”. “Esperamos que se desarrollen acciones marcadas por la honestidad y la transparencia”, dijo.

El portavoz de del Partido Popular (PP), Cándido Reguera, fue el más breve de todos los portavoces de la oposición. Así, echó mano de lo que ya había adelantado estos días para determinar el desaliento que sienten por el pacto PSC-PIL, que a su juicio “lo único que pretende es parar el Plan General sin mencionar el modelo que quieren para Arrecife en el futuro”.

La primera preocupación del PP es situar a Arrecife en los niveles de prosperidad que necesita, para que cambie la dinámica de que siete de cada diez personas preguntadas consideren que es el peor lugar para vivir de toda la Isla. Recordó gran parte de las propuestas hechas por su partido durante la campaña, y señaló como algo fundamental e importante “cambiar el modelo de gestión directa por un modelo de gestión indirecta” que responda realmente a las necesidades del momento. “Tendrá la clara disposición del PP a colaborar desde la oposición”, expresó dirigiéndose al nuevo alcalde.

Los portavoces del grupo de gobierno

El portavoz del PIL, Antonio Hernández, la persona que muchos consideran que podría o debería haber sido alcalde para compensar en el acuerdo la pérdida de la presidencia del Cabildo, realizó un discreto discurso en el que, tras felicitar a todos los presentes, expuso las enormes ganas de “empezar a trabajar” que tienen todos. Tienen intención en su partido de no defraudar la confianza de los ciudadanos y cumplir con todo lo que han prometido. “Vamos a demostrar con trabajo y seriedad que se puede sacar adelante una legislatura duradera”, afirmó rotundo.

Enlazando con el discurso que ha promulgado en estos días atrás, repitió de nuevo su apuesta decidida por suspender el Plan General, asegurando que van a realizar una “política directa, cercana y de participación, con total lealtad al alcalde”.

Por parte del PSC intervino Víctor Betancort. Con la misma brevedad de su antecesor, dijo que su intención y la de sus compañeros es la de “desafiar la actual forma de hacer política”. Para ello, cuenta con el aval de un grupo de gente joven y preparada “que quieren el cambio basándose en criterios de sostenibilidad”.

Betancort resaltó lo que les gustaría que Arrecife se convirtiera en una ciudad “solidaria y justa”, en la que tanto los jóvenes como los mayores tuvieran las mismas oportunidades.

Por último, puso como ejemplo lo ocurrido en Morro Angelito como un símbolo de la movilización ciudadana y como un recuerdo para la clase política, que debe regir los destinos de la institución dando la cara a los problemas y escuchando a los afectados.

El discurso del alcalde

Pocas veces se ha visto a Enrique Pérez tan exultante como lo estaba en la mañana de este sábado. Casi una hora después de que se iniciara la sesión, antes de que recibiera el bastón de mando y las felicitaciones de todo el mundo -entre ellas de su esposa, Nieves Rosa Hernández, de su hija y de compañeros como Manuela Armas, Segundo Rodríguez, Juana Hernández o Carmelo García Déniz-, agradeció la confianza que han depositado en él para este nuevo proyecto político, asegurando que se trata de "un gran honor y una gran responsabilidad”, y subrayando que durante los muchos años que ha participado en política siempre lo ha hecho “por el bien de Lanzarote y por el interés general”.

Tuvo tiempo, en uno de sus mejores discursos (parecía que estaba en un mitin, lugar donde siempre se transforma), para lanzar varios mensajes: “se equivocan quienes piensan que este cargo que asumo es un dulce retiro de alguien que está de vuelta de todo”, soltó, para acto seguido añadir que accede a la alcaldía “con la ilusión de devolver la confianza y recuperar la capital para Arrecife”.

En una atinada reflexión, Pérez Parrilla habló del tremendo daño que ha hecho el “becerro de oro” a Lanzarote, la ingente cantidad de dinero que ha entrado y que se ha repartido entre unos pocos bolsillos, los de los más poderosos que casualmente luego han determinado el destino de la política.

De igual forma, afirmó que su presencia allí responde a la voluntad de las urnas, que le eligieron como el candidato más votado y que confiaron en dos fuerzas por encima de las demás, las dos que sostienen su presidencia. “Ambos partidos han sabido aparcar sus diferencias para respetar la voluntad popular”, aseveró, subrayando que a partir de ahora tienen “cuatro años para dignificar la política municipal”.

En la misma línea que sus compañeros de pacto, adelantó que va a hacer lo posible para parar cuanto antes el Plan General que se aprobó “en contra de toda lógica”. Además, lanzó un guiño a la oposición, a la que pidió “altura de miras y franqueza” en el desempeño de su labor.

Con estas palabras concluyó la sesión, que algunos prolongaron en la revitalizada Recova y en la sede electoral de los socialistas, donde se desarrolló un animado asadero.

(Información más detallada en la edición de papel de este martes)

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