miércoles. 14.05.2025

1.- He sido citado de nuevo en el libelo de Las Palmas. Perdonen que otra vez hable de mí, pero es que me ponen de moda, aún a mi pesar. El ex seminarista de Las Palmas vuelve a confundir el culo con las témporas y debe ser que le informan con el ídem, porque ha dicho de mí una perla cojonuda: que cobré ¡100.000 euros! del Cabildo de Tenerife -Fundación Canaria de Salud y Sanidad-, en cuatro años, por apología de Alarcó . Ojalá, coño. Y, además, cita sin pudor una auditoría encargada por el propio Cabildo. Pues venga, sácala, idiota. Sácala, para que pueda decirte en la cara que eres un mentiroso. Es como si yo, por ejemplo, dijera de este personaje que su querido tío fue un día detenido y acusado de pederastia; y sembrara la duda entre los lectores, sólo para perjudicarlo. Este tipejo se quiere hacer famoso a mi costa y al parecer a la del senador y consejero del Cabildo Antonio Alarcó. Por cierto, una persona decente. Que apunte para otro lado porque aquí va a pinchar en hueso. Y a sus informadores, que afinen mejor porque lo han metido en un buen lío. Es como si yo también me inventara que el Cabildo pagó a una empresa de Tenerife 700.000 euros por una maqueta virtual del tranvía. O como si se me ocurriera pedir que revisaran la relación del organismo insular con una determinada empresa de servicios, cuyo propietario es íntimo amigo del presidente Melchior y factura muchísimo dinero al Cabildo. Si empezamos la guerra de mentiras, todo valdría. O como si yo levantara la alfombra para averiguar cuántas obras insulares le dan al mismo constructor. O cuánto pagaron para investigar el calamar gigante canario. A lo mejor, tolete, te cuesta la cosa unas pesetas con las que engrosar mi menguada cuenta corriente. Suerte para ti que tienes una buena asesora.

2.- Debe ser que don Richi quiere frenar a Alarcó y no repara en gastos. Todo viene desde aquel manifiesto que no le dejaron leer a Tita Díaz sus propios compañeros en el pleno del Cabildo, en el que vertía graves acusaciones contra Melchior. Antes de la muerte de Tita, a la sazón consejera del PP, aquel discurso inédito fue publicado en los medios. Y posteriormente, tras su fallecimiento, fue su autoría plenamente ratificada por su familia. La mente calenturienta de Melchior me atribuye a mí la paternidad y la difusión del documento, cuando yo me enteré por los periódicos. Y el hombre no se saca ese dato erróneo de la mollera.

3.- Ahora han cogido al tonto útil de Las Palmas, le han metido en el culo (posiblemente, muy a su gusto) la teoría de la confusión y lo han puesto a escribir, posiblemente a sueldo, como suele. Con la llegada del PP, al libelo le quedan cuatro telediarios, porque además está endeudado hasta el traste, que es su nivel. Pinchas en hueso, corazón.

achaves@radioranilla.com

Democracia de catetos
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