jueves. 28.03.2024

La escribí sobre esto en alguna parte. Ay, Marlaska, con lo guay que eras como juez, ahora me has salido represorcillo como ministro. Y vas y cortas la calle del palacio de Galapagar, con la Guardia Civil, para que no les hagan un escrache a Iglesias y a su compañera sentimental, bueno, o eso creo todavía, Irene Montero. ¿Hacían los ministros de Rajoy lo mismo cuando escracheaban a los suyos del PP? Pues no, Marlaska. Eso puede ser libertad de expresión, que es lo que ustedes alegan cuando alguno de sus aliados comunistas se meten, un suponer, con los jueces, con los de tu propia casta, a la que pareces haber desoído. Acuérdate, Marlaska, de que volverás a usar puñetas. Cuando todo esto pase yo sí sé quienes, lamentablemente, no van a poder salir a la calle sin que los abucheen o los obsequien con un concierto de cacharros. Esto ocurrirá cuando no usen los potentes coches que pagamos todos, ni haya escoltas ni guardias civiles que los acompañen. Cuando vuelvan a ser ciudadanos normales, si es que alguna vez consiguen ser ciudadanos normales. Y el abucheo es muy molesto. No me gustaría que se tuvieran que trasladar a la España vacía o a Portugal. Fueron ellos, la izquierdona torpe y bufa, los que iniciaron los escraches. Y ahora amenazan con volver, como Iglesias; pero no, ahora les toca sufrirlos. Y, atención al País Vasco. Los pro-etarras, socios de Pedro Sánchez en la investidura y en el Congreso, pintarrajean la fachada de la casa de la líder del PSOE, Idoia Mendía. ¿No querías apoyo político pro-etarra, Sánchez? Pues toma la medicina de tus coleguillas de Bildu. Medita, Sánchez, abandona el paraíso bolivariano y abraza a la España civilizada, que eso te dará votos, no te los quitará. La palabra de Bildu no vale nada; España, bastante más.

Publicado en Diario de Avisos

No cortes las calles, Marlaska
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