martes. 23.04.2024

El Carnaval de Puerto del Carmen abrió este jueves con fuerza su Carnaval de este año con un concierto muy esperado. Carlos Baute se encargó de ponerle sonido a este arranque de fiestas con su particular sonido y con un espectáculo que hizo vibrar a los cientos de asistentes que se acercaron hasta la Plaza del Varadero, en donde se ubicó el escenario.

La presencia de este atractivo venezolano en la primera noche de Carnaval atrajo a todos los

aficionados a la música latina y sobre todo a las fans, que se apostaron en primera fila desde bien entrada la tarde para no perderse detalle de los característicos movimientos de cadera de este popular latino.

Acompañado por un espectacular cuerpo de baile y una orquesta magistral, Baute ofreció un concierto inolvidable para los que llevan el ritmo caribeño en el cuerpo. La puesta en escena del show fue uno de los puntos fuertes que hizo mover los pies a un público de todas las edades.

Aunque predominaban los rostros ilusionados de las más jóvenes, se acercaron hasta el concierto personas de todas las edades y algún que oros turista que se vio inmerso en sus vacaciones por el movimiento que se concentró en el centro de esta zona costera.

Baute por su parte mostró todos los atractivos que le han convertido en uno de los artistas más cotizados y no escatimó en sensualidad e insinuaciones a sus fans para lograr la euforia de sus seguidores.

En las casi dos horas que duró el espectáculo, el cantante recurrió a sus mejores movimientos y

contorsiones para captar la atención del público, que se prestó a todos los juegos que propuso el artista para presentar sus canciones menos conocidas.

En otras no hizo falta tanto esfuerzo. Temas como “Devorándote”, “Mi medicina” o “Te regalo”, levantaron a un público que reconoce a Baute por sus temas más movidos y bailables.

“Dame de eso”

Baute comenzó el concierto con una canción que resumió su actitud para toda la actuación, “Dame de eso”. Y es que el cantante interactuó durante todo el espectáculo con el público al que le pidió su participación en los temas que eligió para esta cita.

Desde los más conocidos hasta los más tradicionales de su tierra

venezolana, Baute implicó a los asistentes en los coros de las interpretaciones, en las que desplegó además unas trabajadas corografías.

La crítica del público al final del concierto matizó algunos aspectos de su actuación, pero en general el sabor de boca que quedó fue el de una gran fiesta.

En cuanto a su voz hubo gustos para todo. Los que esperaban una actuación que sonase igual que el disco quedaron algo decepcionados porque el cantante no terminaba de alcanzar resuello después de las piruetas de su baile, pero los que buscaban pasar un rato animado superaron sus expectativas con creces.

Un regalo para las fans

Pero las que consiguieron colmar absolutamente todas sus ilusiones fueron las fans, a las que Baute dedicó toda su atención. El artista les dedicó sus canciones, recogió sus regalos del escenario, blandió las pancartas que le elaboraron con mensajes de amor, las piropeó, les tiró besos y toda clase de insinuaciones, pero sobre todo, les ofreció un espectáculo lleno de sensualidad que culminó con el gesto más esperado y suplicado por todas, que se quitase la camiseta.

La respuesta de las aficionadas, entre las que se mezclaron madres hijas, chicos y chicas, no fue menos entusiasta, y los gritos de respuesta a cada una de los gestos del cantante las enloqueció por momentos.

Cuando ya parecía que el concierto llegaba a su fin, y sus seguidoras ya comenzaban a echarlo de menos sin que aún hubiese bajado del escenario, Baute les dio la oportunidad que estaban esperando.

Adelantando tres condiciones,- que fuesen mayores de edad,

que no estuviesen presentes sus padres y que fuesen lanzaroteñas-, les dio a una la oportunidad de bailar una canción con él para cerrar el concierto.

Esta no era la primera vez que Baute pisaba los escenarios de la Isla, y los rumores de lo que iba a ocurrir ya habían corrido por los oídos de sus seguidoras, que en este momento se dividieron entre la timidez y las ansias de tocar a su ídolo.

La que finalmente resultó elegida ya debía de conocer el ritual, porque subió decidida a abrazar y aprovechar su oportunidad. Al son de una de sus baladas, la joven se agarró a la cintura del artista al que no quitó ojo, ni escatimó en caricias, hasta el final de la canción, que terminó con un beso algo más que cariñoso.

El momento romántico lo puso una aficionada de más edad, que subió al escenario para recibir una rosa con la que el cantante obsequió a la espontánea, que le ayudó a introducir la última canción, “Te regalo”.

Con este conocidísimo tema cerró definitivamente el concierto. Entre serpentinas y confeti que volaba por encima del público, Baute casi huyó del escenario mientras aún sonaban los últimos acordes de la canción en medio de un espectacular cordón policial al final del cual le esperaba un coche con la puerta abierta y dispuesto a salir a toda prisa de la multitud que le aclamaba aún en la plaza.

En definitiva, Baute ofreció un gran concierto para el recuerdo de sus aficionados y para los que llegaron con ganas de ponerle marcha al Carnaval. Temas movidos, mucha sensualidad y un toque caribeño para arrancar con la fiesta más divertida de la Isla.

El público de Puerto del Carmen “devora” a Carlos Baute
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