viernes. 19.04.2024

Abierta la caja de Pandora con el caso Eolo, la trama no sólo ha salpicado a la Dirección General de Industria del Gobierno canario, sino que ha provocado graves enfrentamientos políticos. Confiado en la Justicia y convencido de que la corruptela de un concurso al que a priori se presentaron más de 400 empresas en Canarias y más de 50 en Lanzarote es cosa de unos pocos, el consejero delegado de Inalsa, Mario Pérez, mira al futuro con tranquilidad y ambición pero no perdona a quienes, a su juicio, han tratado de aprovecharse de estas circunstancias. “Me ha sorprendido bastante lo de la trama pero no que el Partido de Independientes de Lanzarote quisiera utilizar ese tema en su beneficio”, cuando pidió al Parlamento canario que la parlamentaria y alcadesa de Arrecife, María Isabel Déniz, no formara parte de la Comisión de Investigación de la trama eólica porque su marido, José Domingo Abreu, es el director del Parque Eólico de los Valles.

Al terreno político

Para el presidente de Coalición Canaria (CC) en Lanzarote, que le pide al socialista Carlos Espino eso de que cuando vea las barbas de su vecino pelar ponga las suyas a remojar, “se trata de una práctica habitual del PIL, cuyo líder sabe perfectamente que un parlamentario cae en la incompatibilidad sólo cuando es apartado con una sentencia firme”. En este contexto, Mario Pérez sigue pensando que ni antes todos los del PSOE eran unos corruptos ni ahora todos los del PP lo son. “Estoy seguro de que el hecho de que el ministro López Aguilar sea canario no ha influido en los jueces”. Lo “grave” es que toda esta trama puede alimentar la aparición de “salvadores que intenten utilizar el tema para plantear al final políticas totalmente xenófobas, mesíanicas y trasnochadas”.

La pugna por el concurso

Aspiraciones Mario Pérez asegura que las aspiraciones no ya de Inalsa sino de la sociedad de la Isla de cara a este y todos los posibles concursos eólicos son “máximas” y que, una vez que se desbloquee, mantendrán “razones socioeconómicas y medioambientales de sobra” para la asignación de 80 nuevos Megawatios (Mw), de los que se aprovecharán 32, con los que la Empresa Insular de Aguas pasaría a sr autosuficiente. Inalsa es una empresa pública que repercute sobre más de 55.000 abonados -que antes o después deberán asimilar una actualización en el precio del agua tras 22 años sin subida-, propiedad del Cabildo y los ayuntamientos. Además de que de su pionera desalación depende el abastecimiento de agua de la población insular, “es la empresa con mayor consumo de energía eléctrica de Canarias, con 17 Mw diarios”.

Aparte de los múltiples beneficios medioambientales para un territorio Reserva de la Biosfera que ya ha sufrido avisos como el Delta, si bien los gastos de personal y productos químicos (30 y 12%, respectivamente) son fijos, junto a los derivados de la propia desalación, la rebaja sobre el consumo eléctrico (26% de las aportaciones) supondrá un ahorro sobre el coste energético de 600.000 euros mensuales, y el pertinente descenso del 20% en las facturas de los usuarios. Inalsa pretende esta potenciación eólica en terrenos públicos de máxima potencia, en el centro de la Isla.

“Me sorprendió la trama eólica, pero no que el PIL la intentara usar para su beneficio”