martes. 06.05.2025

En Lanzarote es triste fama que para que se mueva una sola piedra tienen que moverse a su vez doscientos millones de papeles, tres toneladas de voluntades y seiscientos kilos de grasa acumulada en los estómagos de algunos cargos públicos. Ejemplos los tenemos a cientos, aunque el más sangrante es sin duda alguna el del cartelón que se puede ver a la entrada de Arrecife anunciando la construcción de un Palacio de Congresos prometido por una tal Rita Martín que ni está ni se espera que esté. Eso, pasando por asuntos tan lamentables como el del Islote de la Fermina, semi-inaugurado en los prolegómenos de las pasadas elecciones locales y autonómicas por el entonces presidente del Gobierno canario, Adán Martín. Han pasado cuatro años y aquello sigue cerrado. El Cabildo de Lanzarote asume el coste de la Escuela de Turismo, del Hospital Insular y del Conservatorio de Música y a ninguno de nuestros representantes públicos parece preocuparles, siendo el único Cabildo que lo hace. Así, suma y sigue.

En estas estábamos cuando de pronto se abrió en Arrecife un horizonte esperanzador convertido en una serie de obras que iban a transformar por fin su cara más envejecida. Primero la obra del muelle de cruceros, que finalmente ha terminado convirtiéndose en una chapuza de tres pares de narices; segundo, el Islote del Francés, que tiene una lógica respuesta por parte de algunos ciudadanos que no ven claro lo del icono y por parte del grupo de poder de los de siempre a los que les interesa que allí no se haga nada por ir en contra de otra serie de intereses que ellos defienden (son los mismos que han estado saqueando las instituciones públicas en los últimos años y que han hecho la vista gorda con algunos empresarios en el tema de los hoteles ilegales, por poner un par de ejemplos de sus fechorías); tercero, el tema del puerto deportivo, un proyecto que ha generado una enorme ilusión entre aquellos que creen posible que la capital de la Isla se puede convertir en algo más que el cementerio que es cuando se acaba la actividad laboral y comercial a eso de las dos de la tarde. Para sorpresa de no pocos, ni una sola voz se ha levantado esta vez para rechazar el proyecto. Como diría el tristemente desaparecido padre de Julio Iglesias, raro, raro, raro…

Lo del puerto deportivo está bastante claro: hay dos empresas que se han presentado, una que ha dado a conocer su gran proyecto, la de Puerto Agua Viva, y otra que ha pasado olímpicamente de dar a conocer nada, la de Puerto Calero. Circula el rumor en los mentideros de la política de que finalmente se va a suspender el concurso, es decir, no se va a hacer la obra, al menos no en el tiempo que inicialmente estaba estipulado.

Si realmente esto termina sucediendo sería un atraco más a los intereses de los lanzaroteños cometido por aquellos que toman las decisiones fuera de la Isla. Según cuentan los que saben del asunto, la razón estaría basada en una sentencia del PEPA que afecta a la zona de tierra, que no a la de mar, con lo que todo terminaría en un enredo de tres pares de narices. Otro más. También se cuentan otras cosas más feas que de momento reservamos, aunque las hemerotecas están para ser consultadas, y en ellas hay infinidad de declaraciones de muchos responsables públicos en las que se afirma sin riesgo al error que Arrecife va a tener el puerto deportivo más importante de toda Canarias.

Hay que confiar en que finalmente el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria que preside Javier Sánchez Simón no adopte semejante decisión. De ser así, nuestros representantes públicos ya tardan en poner el grito en el cielo, en exigir que se cumpla con lo prometido y que se adjudique el proyecto a una de las dos empresas que se han presentado al concurso, a ser posible a la que mejor propuesta haya realizado. Son muchos millones de euros los que están en juego, dinero privado para una obra de carácter público, muchos empleos directos e indirectos que están en el aire. Lanzarote en general y Arrecife en particular no está para rechazar una inyección económica y de moral de semejante calibre.

De momento es un rumor con cierto fundamento, y esperamos que no se convierta en una noticia. Sería muy lamentable.

¿TAMBIÉN SIN PUERTO DEPORTIVO?
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