A estas alturas hay poca gente en Lanzarote que siga la actualidad informativa que no se haya enterado de la última perla del siempre polémico Carlos Espino, secretario de Organización de los socialistas en Lanzarote y consejero de los Centros Turísticos en el Cabildo, amén de otras muchas cosas más en el ámbito político que no nombramos. Nos referimos a sus ignominiosas declaraciones realizadas este jueves en el incomparable marco (si César levantara la cabeza y viera quién dirige su legado) del Castillo de San José. Allí, como era lógico, los compañeros de la prensa local le atizaron de lo lindo con el injustificable asunto del despido de tres directivos de los Centros Turísticos. Es vergonzoso y lamentable que una vez más dejara la sombra de la duda sobre la honorabilidad de estos tres profesionales, que una vez más dejara caer que hay “razones” que justifican sus despidos. Por ponerles un pero a los periodistas que se dieron cita en ese encuentro, que por lo demás lo hicieron muy bien, tenemos que apuntar al hecho de que a nadie se le ocurrió recordarle a don Carlos, para ponerle en un aprieto del que no podría haber salido jamás, que si había “razones” que justificaban el despido las tendría que haber puesto en conocimiento del Consejo de Administración, más que nada para que todos los lanzaroteños nos pudiéramos haber ahorrado 80.000 euros que hay que pagar como consecuencia de un despido que es oficialmente “improcedente”. Una vez más mintió a la población de la Isla, y lo hizo, como es habitual en él, sin ruborizarse. Y mintió porque no hay razones que justifiquen lo que se ha hecho. El buen periodista que es Pedro César Quintana, que en seguida se dio cuenta del daño que estaba haciendo a los profesionales despedidos, le puso en otro aprieto distinto, pidiéndole permiso para que consultara con los directivos para que le dejaran dar las razones que ahora ocultaba para no perjudicarles. De ahí no supo como salir. Tiene narices la cosa. Este es el señor que está al frente de la principal fuente de ingresos del Cabildo de Lanzarote, del sello que define a nuestra isla turísticamente en el exterior. Así nos va. La otra parte también la conocen, la que tiene que ver con el futuro. Como cree que somos bobos, ahora no ha anunciado el nombre de las personas que van a entrar a dedo para sustituir a los profesionales que se han marchado. Lo va a hacer dentro de un mes. ¿Por qué dentro de un mes? Porque es el tiempo que estima que tiene que pasar para que se calme el calentón actual. Esperemos que de una vez por todas este pueblo nuestro despierte, reaccione y obligue a estos políticos a trabajar con decencia. Ya está bien. También este jueves Crónicas publicó unas polémicas declaraciones de Astrid Pérez en las que se confirmaba además que el señor Espino mentía una vez más (ya lo ha hecho políticamente en otras ocasiones) al asegurar que los cambios en los Centros se presentarían dentro de un mes. Efectivamente, como decía la consejera del PP y como luego ha expuesto su grupo en una nota de prensa enviada a los medios este viernes, se ha producido la contratación de un nuevo director de Desarrollo, que no es otro que José Manuel Páez, muy vinculado también al Partido Socialista. ¿Qué más hay que aguantar?
