En los mentideros políticos y sociales, que no económicos,-(en ese terreno todo tiene vigencia)- , se dice, se comenta, que a la vista del giro copernicano que está tomando la cosa urbanística, más de un mangante está parapetándose tras la trinchera de determinadas asociaciones semiocultas para salvar los muebles de sus ambiciones.
El urbanismo bien entendido es gratificante, bueno, el urbanismo interpretado como algunos lo entienden ósea en clave de pelotazo es siempre jodido. Nos cuentan que en “mala” hora aterrizó por estos pagos de Dios un germano espabilado,“vivillo”, que a la hora de negociar planes sobre planos ha podido dar un braguetazo monumental porque le ha sido dada la facultad, no de mudar mojones pero si “rayitas” y así claro lo rústico se permuta por deportivo y luego se califica de urbano y aquí todos tan contentos.
Lo bueno sería que los que conocen la realidad aparquen sus cobardías y muestren a la curiosidad pública y también a la judicial los “papeles” que van exhibiendo de esquina en esquina. En el momento presente se hace necesario que todos demos la cara en la actualidad para quitar de la circulación a un grupo de zarandajos que al parecer se aprovechan de las debilidades de algún que otro mandamás. Mala, muy mala cosa que el primo de Atila se forre mientras los autóctonos sufren las iras del tolete del “platerito” de turno. “El alano” tiene una cara como un ladrillo y el chorrillo está poseído de una indecencia punible que pronto será desvelada. Y aquí si que no hay vinagre de ninguna clase.