LAS COSAS DE LA CÁMARA
Únicamente se puede calificar de vergonzoso lo que está ocurriendo en el proceso de elecciones a las cámaras de comercio de Tenerife y Gran Canaria. No sólo se ha producido la denuncia de la compra de votos a treinta euros -qué barato o qué caro, según se mire-, sino que ya hay unos candidatos que han decidido impugnar el proceso. Siempre nos preguntaremos, ingenuos que somos, qué puñetas se reparte en este envite, qué se quiere ganar. Y es que no lo vemos, no terminamos de verlo. Trasladando el asunto a esta orilla, a Lanzarote -de Fuerteventura la verdad es que apenas tenemos noticias, ni buenas ni malas-, nos ha llamado mucho la atención la oferta que ha hecho una de las dos planchas que se presenta, la de Empresarios por Lanzarote. En esta plancha, donde como insiste Juan Guerra siguen abogando por la unidad empresarial, han tenido la idea de proponer un debate público con la otra plancha la de la Promotora. Ya podemos anticipar, al menos así nos lo dijeron, que ese debate no se va a producir porque les ha parecido una idea malísima. A nosotros lo que nos parece mal, desde luego, es la idea de proponer que el supuesto debate lo modere alguien a quien se pueda considerar “neutral”. Porque, ¿qué entienden ellos por neutral, quién determina quién es neutral y quién no? Al final, si se hace, que insistimos en que todo hace indicar que no se va a hacer, mucho nos tememos que tendrían que buscar a un “neutral” o “imparcial” de fuera de Lanzarote. Se nos ocurren algunos candidatos.