¡Coño, coño! Que nos permitan la expresión los oídos más castos, pero es que no es para menos después de enterarnos de lo que nos hemos enterado. Resulta que los caudillos, y de esos tenemos unos cuantos por estas tierras, están de moda, en plena vigencia. Los demócratas, aquellos que siguen defendiendo la democracia interna y externa tienen el mismo futuro que el de un dulce a la puerta de una escuela. Sabemos que Roquito “El Norteño” va a sentir muy pronto en sus propias carnes la cogida de chaqueta de una “gloriosa fémina” que cansada de tantas humillaciones y de tantos actos dictatoriales está a punto de aceptar la oferta que le llega desde otra orilla del charco político. Y es que el aguante de las personas tiene un límite, y esta cuerda parece que la han estirado tanto que finalmente se va a romper. Que conste, y lo decimos como una pista, que el asunto nada tiene que ver con Juan Ramírez, que bastante tiene con el lamentable atentado que sufrió esta semana en su casa de Arrieta.
