La decisión del Consejo Político del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) de expulsar a la concejal Emilia Perdomo de su partido abre bastantes interrogantes. Cuando una formación decide expulsar tan rápidamente a una concejal que podría ser decisiva para conformar un gobierno es porque algo se esconde detrás.
Lo primero que salta a la vista es la falta de respeto de la dirección del PIL al comunicar una decisión de este tipo a través de la radio. Resulta muy triste que una persona como Emilia Perdomo, que se mantuvo firme y defendió al partido en los numerosos contratiempos que fue sufriendo a lo largo de sus años de historia, se tenga que enterar por los medios de comunicación de que ha sido expulsada. ¿Lo normal no habría sido comunicárselo a ella primero? Pues sí, eso es lo normal en un partido normal. Ahora, de un tiempo a esta parte las cosas que pasan en el PIL que lidera Fabián Martín no son ni medio normales.
Nos cuentan algunos integrantes de la formación que lo de haberlo dicho por la radio ha sido una metedura de pata, que se había acordado no decir nada hasta que lo supiera la afectada. En fin, teniendo en cuenta cómo se hizo y dónde se hizo nos cuesta mucho creer esta versión, porque la dan los mismos que en su día vetaron medios de comunicación donde proponían poco menos que su ilegalización y donde ahora parece, o quieren hacer que parezca, que no sucedió nada.
¿Por qué se toma esta decisión ahora y no se ha esperado unos días, por qué el PIL da por hecho que Emilia Perdomo no les podía hacer falta para conformar un pacto de gobierno o presentar una moción de censura? Como en política hay pocas cosas casuales, aquí salta a la vista que hay gato liberado. La decisión que acuerda el Consejo Político se adopta después de que Alternativa Ciudadana (AC-25M) impusiera una cláusula leonina al Partido Popular (PP) simplemente para poder empezar a hablar de una hipotética moción de censura. Las mentes pensantes del PIL debieron hacer caso a Pepe Torres y dar por cerrada la posibilidad de presentar la moción de censura contra los intereses de Coalición Canaria (CC) y Partido Socialista (PSOE), y decidieron pasar a la acción.
Pero resulta curioso y difícilmente justificable que sea precisamente ahora, cuando Emilia Perdomo no sólo había renunciado a su sueldo sino que había dado los pasos oportunos para entablar una vía de diálogo con sus compañeros, con los mismos que le propusieron al comienzo del actual mandato en Arrecife que entregara su acta y se marchara a su casa alegando una supuesta renovación del partido que en realidad escondía otro objetivo mucho más cutre. Emilia Perdomo, que pudo haber actuado mal cuando se convirtió consciente o inconscientemente en la concejal número 13 que le daba sentido al Plan B de nacionalistas y socialistas, había adoptado una actitud colaboradora, y había manifestado abiertamente que si se ponían de acuerdo para presentar una moción de censura podían contar con su firma. ¿Por qué entonces el PIL decide ahora expulsarla, qué razón de peso esgrimen más allá de las cuestiones que todos conocemos?
Nos dicen los que conocen las interioridades del partido que no sentó muy bien el acuerdo que alcanzaron en el Grupo Mixto, que suponía, en la parte concerniente al PIL, que Juan Jesús González Docal y Emilia Perdomo se iban a repartir la portavocía, y se iban a repartir, por consiguiente, el sueldo como liberado. ¿Es ésa la verdadera razón, realmente se expulsa a Emilia Perdomo para que González Docal no tenga que compartir un sueldo con ella?
Queremos pensar que la política es algo más serio, que una decisión de este calibre se adopta por razones de mucho más peso. No hay que perder de vista que con esta decisión del PIL el debate sobre la posición de Alternativa pierde sentido, puesto que son los independientes los que de forma consciente o inconsciente están blindando al alcalde de CC. ¿Qué moción de censura se puede firmar ahora, llegará el PIL a un acuerdo con CC y PSOE para que su ahora único concejal se incorpore a la disciplina del grupo de gobierno?
Son muchas incógnitas que deberá ser el PIL el que despeje. Desde luego, flaco favor le hacen a su dinámica interna y a su imagen en el exterior, y gran favor a Manuel Fajardo Feo, que ya no tiene que perder ni un minuto de su valioso tiempo en pensar en las posibles intrigas palaciegas que se pudieran estar produciendo o se pudieran producir a su alrededor.
Por cierto, que la que ya no esconde sus discrepancias con la dirección de su partido es la única alcaldesa que tiene el PIL en la Isla, Gladys Acuña, quien votó en contra de la decisión del Consejo Político. Según ha explicado a este medio, le parece un "tremendo disparate" lo que se ha hecho, algo de lo que entiende que se podrían arrepentir en el futuro. Ahí queda eso.