martes. 06.05.2025

El espinismo está moviendo ficha. Ya nos parecía raro que las huestes que dirige en la luz Carlos Espino y mueve con mano firme en la sombra Manuel Fajardo Palarea llevaran tanto tiempo de silencio. Conociendo el paño con el que están hechos los personajes, está claro que habrá una campaña electoral caliente. Este lunes le ha tocado el turno a nuestro compañero Pedro Martín, pero le podría haber tocado a otro, siempre y cuando perteneciera a esta casa, a la que han tratado de hundir antes, durante y después de su creación con todo tipo de artimañas. Malas artimañas, a fe del resultado. Aquí creemos en la inocencia de Pedro, porque es uno de los nuestros. No así en la de aquellos que están detrás de esta esperpéntica historia, cuyo resultado final y cuyos verdaderos entresijos conoceremos más adelante.

Resulta enormemente sorprendente comprobar cómo se mueve esta especie de poder venido a menos, que un buen día, como ya hemos contado en no pocas ocasiones, tomó el PSOE de Lanzarote como el que toma al asalto la fábrica de la Coca-Cola, desembarcando a toda su gente y provocando poco a poco y no sin alguna que otra sonada cuchillada la salida de lo que eufemísticamente se conoce como la vieja guardia. Se hicieron con el control de la fábrica, de la marca y no han hecho otra cosa que destruir su imagen. Para entender realmente de qué va el asunto de la petición de la Fiscalía de seis años de cárcel para Pedro Martín (¿a quién ha matado?, se preguntará más de uno), hay que conocer el caso.

Pero primero lo primero. Resulta lamentable el periodismo que se practica en determinados rincones de la isla de Lanzarote. Ninguno de los medios que ha publicado la noticia (casualmente han sido los de siempre, los más directamente vinculados con el “espinismo”) se ha molestado en llamar al protagonista de la misma para pedir que diera su versión de los hechos. ¿Para qué molestarse? La consigna era otra en esta suerte de periodismo alineado y remunerado que se practica en determinado ambiente de la autodenominada progresía local. Pero ya que ninguno se molestó en contrastar la información, nosotros vamos a ofrecer un adelanto de lo que el propio Pedro va a explicar en su casa, en Crónicas Radio, para que la gente que confía en la forma que tiene este modesto grupo de comunicación de contar las cosas no tenga duda al respecto, no piense que queremos ocultar algo que tiene una lógica y sencilla justificación.

El caso se remonta a hace más de cinco años. Había pasado más o menos un año desde que Pedro Martín dejó de ser concejal del PSOE en La Villa y dejó de ser –esto es mucho más importante- asesor personal de Manuel Fajardo Palarea en la Consejería de Sanidad del Cabildo, porque Pedro, que seguramente ha sido, es y será siempre mucho más socialista que su asesorado y el clan que regenta, fue asesor del líder socialista de entonces. Pedro empieza a participar en las tertulias de Agustín Acosta Radio, y empieza a despuntar, siempre defendiendo al PSOE pero desde un ángulo crítico que comienza a molestar a más de uno. Gana mucho protagonismo e incluso se gana la amistad del propio Agustín Acosta, que le coge enorme cariño (no hay que olvidar que Pedro fue la primera persona que encontró a Agustín el día que murió solo en su apartamento de Puerto del Carmen y que durante los últimos meses de su vida no se separaba de él). Casualmente, cuando la tensión entre la radio de Agustín y el PSOE se hace más patente, cuando Pedro sigue la línea emprendida por otros de hacer crítica a lo que a todas luces era un despropósito continuado del “espinismo”, aparece esta denuncia, interpuesta por alguien que es fundamental en la historia, el concejal que le sustituyó en La Villa. ¿Casualidad? Con esta gente no existen las casualidades.

No vamos a entrar en los pormenores de la denuncia porque existe una estrategia judicial que no queremos desvelar. Pero es importante que sepa la gente que el propio denunciante se presentó en la Guardia Civil y en el juzgado para retirar la denuncia. ¿Por qué entonces la Fiscalía la mantiene, por qué además solicita nada menos que seis años de cárcel para un supuesto delito de esta magnitud? No hace falta que contemos aquí las justificadas sospechas que existen de la connivencia entre determinados fiscales y el poder político. Es por desgracia un mal que algún día alguien extirpará de este país, en el momento en el que exista una separación real de poderes. Pero esa es otra historia que no cabe ahora aquí y de momento las cosas son distintas.

Del intento del acusador de retirar la denuncia al acusado existen pruebas, como existen pruebas de la mala fe con la que se está actuando. No puede ser entendido jamás como una casualidad que se dé a conocer esta noticia (el juicio se ha suspendido ya en dos ocasiones) precisamente un lunes como este, el día en el que se presentaba en el Cabildo insular ante el Consejo de la Reserva de la Biosfera el informe del catedrático Luciano Parejo (que fue secretario de Estado con el PSOE, no olviden este dato ahora que la fábrica de humo trata de desacreditarlo) sobre los hoteles ilegales. No, no es casual. En ese informe se pone de manifiesto cómo nos tomaron el pelo a todos los lanzaroteños desde el Cabildo, estableciendo una estrategia jurídica que sólo benefició al despacho de abogados que facturó, según denunció Pedro San Ginés en su conocida y aplaudida rueda de prensa, cerca de un millón de euros sólo en pleitos vinculados con lo que popularmente se conoce como moratoria. Y ese despacho de abogados lo regenta Manuel Fajardo Palarea, que además fue vicepresidente del Cabildo en uno de los momentos más gloriosos de la facturación.

En esta fábrica de humo que ya trabajó a fondo a Manuela Armas como títere esperpéntico en el Cabildo se planea todo, y no hace falta ser Sherlock Holmes para entender que esta gente tenía claro que la noticia del informe se tendría que tapar con algo mayor, a ser posible de calado y polémico. La información sólo la conocían ellos, y eran ellos, los que provocaron la denuncia, los que han manejado los tiempos. Por eso alguien con acceso a información tan restringida se dirige a la Agencia EFE, casualmente dirigida en Lanzarote por Salvador Hernández, a su vez director del grupo de comunicación de los hermanos Domínguez, Canal 9, casualmente también beneficiarios de un convenio tan singular como el que firmó con ellos Carlos Espino, conocido como caso Yudaya (nos ocuparemos de este asunto más adelante). Publicarlo directamente por alguno de los medios de la casa habría sido muy descarado. Es evidente que esta noticia ha despertado el interés de la gente, porque los titulares utilizados son muy llamativos. El efecto y el objetivo a corto plazo por tanto están logrados. Ahora, el éxito de la misión a largo plazo es bastante más cuestionable, porque de momento, por mucho que les moleste, Pedro Martín sólo está acusado por un fiscal que no quiso que se archivara el caso y que ni siquiera va a formar parte del mismo cuando la Audiencia Provincial estudie el asunto.

Resulta curioso que a esta gente no les preocupe dañar más todavía la imagen del PSOE si con ello consiguen sus objetivos, ir cerrando capítulos de pequeñas venganzas que se están convirtiendo en grandes infamias. Porque no lo olvidemos, en el consumo de la prensa local y en ambientes muy reducidos esto tiene su impacto, pero fuera de Lanzarote quien sale perjudicado no es Pedro Martín, al que probablemente no conocerán ni en Garachico ni en Valverde, sino el Partido Socialista. ¿Por qué entonces lavar en público los trapos sucios de casa? Porque interesaba hacerlo, y les interesaba que fuera este lunes, cuando Pedro San Ginés se ha vuelto a marcar un tanto en su demostración de que el lobby engañó a la ciudadanía durante un tiempo, pero que ese tiempo ya ha pasado. Por suerte para todos.

EL ESPINISMO MUEVE FICHA (en defensa de Pedro Martín)
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