Pero hoy no sólo queríaMOS hablar del señor Espino, que bastantes horas de radio, televisión y prensa se ha llevado ya. Queríamos hablar de otros socialistas que también tienen un triple lenguaje. Un ejemplo muy bueno de esto lo tenemos en su particular forma de concebir la lucha contra la ilegalidad urbanística. Mientras en lugares como Lanzarote han hecho del tema de la sostenibilidad su principal bandera propagandística, en otros lugares no predican precisamente con el ejemplo.
En la edición de este miércoles el diario El Mundo publicó una más que interesante información sobre el vicesecretario general del PSOE, el todopoderoso José Blanco, que se ha comprado un ático que utiliza como residencia de verano en la Isla de Arousa, en Pontevedra (está claro que a algunos no les afecta la crisis) en una urbanización conocida como “Villa PSOE” por la cantidad de altos cargos de este partido que residen allí. Pues bien, según las denuncias, resulta que la urbanización, esa “Villa PSOE”, es ilegal. ¿Y por qué es ilegal?, se preguntarán los lectores de esta casa. Pues nada menos que por vulnerar la Ley de Costas, ya que se encuentra a menos de 100 metros de la línea de mar, al margen de reunir otras deficiencias como la que tiene que ver con la normativa de altura. ¿Les suena de algo todo esto?
Fíjense hasta dónde llega el disparate de estos señores que se llenan la boca tanto a la hora de hablar del desastre urbanístico que dicen que hay en Lanzarote. Resulta que el alcalde del municipio, el socialista José Vázquez, asegura que las licencias se concedieron antes de que la normativa sobre la cercanía a la costa estuviera vigente. Sin embargo, qué curioso, se han derribado con posterioridad otros edificios cercanos a la urbanización y erigidos a mayor distancia del mar que la residencia de Blanco.
Es decir, que mientras en sitios como Lanzarote están dando el coñazo a gente humilde en lugares como El Golfo, La Santa o Caleta de Famara, por poner unos ejemplos, los máximos responsables del partido en el Gobierno se permiten el lujo de comprarse áticos casi recién construidos que invaden el litoral. Si esto no es doble y triple lenguaje que venga Dios y lo vea. Por no decir algo más gordo.
Nos sorprende bastante que esta noticia haya pasado tan inadvertida. Tal vez el poder del PSOE es mucho mayor del que pensábamos, y ya no quedan medios dispuestos a denunciar este tipo de cosas. Ver para creer.