8 de mayo de 2006, 16:15
Desde que Don Pepa concluyó sus provechosos ejercicios espirituales no ha hecho otra cosa que dedicarse a la intriga palaciega, a enredar y a enredar en compañía de Elvis y sus otros colegas de cuadrilla. Aunque la mayoría de sus colegas -los buenos y los malos- no tenían ninguna intención, fue Don Pepa el que finalmente les convenció para que presentaran una reclamación que ha hecho el daño que se buscaba. Más que daño lo que ha hecho es abrir una herida que parecía cerrada. Y es que los reclamados no parece que estén dispuestos a quedarse sentados y de brazos cruzados mientras Don Pepa, el Nudo, Elvis y el resto de la cuadrilla siguen haciendo de las suyas. Habrá más noticias al respecto, que nadie lo dude.