Nos cuentan fuentes bien informadas del Cabildo que Doña Manuela (o Mela) Armas puso un careto increíble cuando se enteró del comunicado que habían redactado los trabajadores de la institución que malgobierna y maldirige desde hace ya demasiado tiempo. “¡¿Esto lo han firmado los trabajadores?!”, dicen que dijo asombrada. “¡Serán los trabajadores del PIL mandados por Plácida Guerra, ¿no?!”, preguntó a su inseparable Carlos Espino. Esta vez, como el consejero de todo lo “consejerable” no se había salido a fumar un cigarrito, le pudo contestar en vivo y en directo. “No, querida Mela, no son sólo los trabajadores del PIL, ni siquiera las huestes enviadas por la pérfida Plácida Guerra. Me temo que son todos los trabajadores del Cabildo, incluso los que hemos enchufado nosotros”, parece que le soltó el secretario de Organización de los socialistas lanzaroteños, a quien Dios libre y guarde durante no demasiado tiempo con cargo público remunerado. El caso es que los trabajadores han dado un ejemplo inmejorable de cómo hay que hacer las cosas. Estamos de acuerdo al cien por cien con los 13 puntos de su comunicado. Aunque habríamos añadido alguno más: por ejemplo, que se dejen de encargar estúpidos estudios de 31.500 euros; por ejemplo, que se detalle cuánto dinero se está gastando en medios de comunicación afines, esos que les ríen las gracias y viven de espaldas a una realidad que padecemos los demás; por ejemplo, que dejen de subvencionar actuaciones musicales ya sean de bolcheviques o de mencheviques... Podríamos incluir varios etcéteras más, pero de momento preferimos parar. Por otro lado, no queremos dejar pasar la oportunidad de comentar el enfado que parecen tener los trabajadores de los Centros Turísticos, con los que no se contó para asistir al encuentro con Juan Félix Eugenio. No entendemos este enfado, como no lo entienden sus compañeros del Cabildo, puesto que ellos siempre han ido y van por libre. ¿Dijeron algo cuando el señor Espino se cargó a los gestores profesionales del EPEL, han dicho esta boca es mía cuando se ha denunciado por parte de la oposición que los Centros podrían ir a la bancarrota con la actual gestión, han comentado algo de los robos que se están produciendo, han dicho algo del espectacular descenso en la facturación de la sección de hostelería? No, parece que su extraño silencio no sólo ha sido captado por nosotros. Sus compañeros de oficinas y despachos también se han percatado del asunto. También debemos significar y significamos el gran impacto que se ha producido en la perpleja sociedad lanzaroteña después de que se conociera la versión ofrecida por Doña Manuela (o Mela) Armas a los trabajadores de los hoteles afectados por la campaña de acoso y no derribo del señor Espino. Como dijo en esta casa el sindicalista Rafael Díaz, está claro que no es lo mismo soltar la primera chorrada que a una se le viene a la cabeza o que le han escrito en un guión que mirar frente a frente a los ojos de unos trabajadores que tienen hijos a los que alimentar. Por eso Doña Manuela (o Mela) aseguró que no se va a tirar un solo hotel. La pregunta que mucha gente se hace es evidente: ¿para qué ha servido entonces la terrible campaña que han hecho desde la parte socialista del Cabildo en medios nacionales e internacionales, por qué mintió tan descaradamente nuestra representante pública en el programa 59 Segundos de Televisión Española, a qué están jugando? Por último, puestos a destacar, sabemos que no ha sentado nada bien en el Cabildo la airada reacción del alcalde de Teguise, José Dimas Martín, del pasado viernes. Este joven político no tiene precisamente pelos en la lengua, y parece estar cansado de la dejadez y del gandulismo que se practica en la Primera (qué chiste) Corporación insular. ¿Es el único dentro del PIL que está cansado? Evidentemente la respuesta es no.
CHIQUITA CARA PUSO DOÑA MANUELA
31 de octubre de 2008, 15:53