Días atrás el conocido empresario del ramo de la alimentación Juan Guerra se quejó en los micrófonos de Lanzarote Radio por la posibilidad de que el Ayuntamiento de Arrecife dé vía libre a ese polémico convenio que quieren suscribir con la institución que preside María Isabel Déniz los propietarios de Garavilla y los propietarios de Hiperdino, un convenio que crearía una tremenda zona comercial en uno de los lugares más privilegiados de la capital, en el populoso y marinero barrio de Valterra. Y el señor Guerra se quejaba con argumentos, los mismos que ha defendido siempre, los mismos que defendió en su día para oponerse a la construcción del Centro Comercial de Valterra. Bien, lo curioso es que hay otros empresarios que en su día también dijeron “digo” que ahora dicen “Diego”, o peor, que no dicen nada. ¿Qué pasa con José Parrilla y su Confederación Empresarial de Lanzarote, por qué no dice esta boca es mía sobre un tema tan polémico y que tanta repercusión podría tener en el pequeño y mediano empresario? No es que nosotros queramos reprocharle nada, no somos quiénes. Lo decimos porque Don José fue de los que en su día se unió a otros muchos empresarios para luchar contra lo que se pretendía hacer precisamente en esa misma zona. Nos gustaría oírle, a menos que tenga algo de afonía y no nos pueda hablar. Y hablando de otra cosa, el que tampoco da señales de vida es el Manteca. Ya hablaremos en profundidad de él, cuando tengamos más tiempo y más espacio.
AHORA CALLADO, QUE ESTÁ MEJOR
7 de abril de 2006, 3:58