viernes. 16.05.2025

Poca gente podía presagiar hace un año que la tramitación del Plan Territorial Especial de Ordenación Turística pudiera crear tantos conflictos como ha creado. De hecho, prácticamente no hay una sola formación política, un colectivo social, un ciudadano más o menos enterado... que no encuentre serias dudas en el documento que ha elaborado el equipo de urbanistas que dirige Fernando Prats, ya saben que con una denuncia de por medio por posible baja temeraria en la contratación, que costó mucho menos dinero del que se esperaba.

Después de los numerosos palos que se ha llevado el consejero de Política Territorial y Medio Ambiente del Cabildo, el socialista Carlos Espino, la del jueves fue una jornada curiosa. Curiosa porque el que hasta hace no demasiados días era uno de sus mayores adversarios políticos, al menos en todo lo concerniente a temas urbanísticos, salió en su defensa para dejar claro que no participó directamente en las negociaciones del convenio entre la promotora Algol Desarrollo Inmobiliario y los juristas del Consistorio presidido por Juan Pedro Hernández. Estas declaraciones podrían pasar desapercibidas si no las hubiera hecho el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Teguise, Domingo Cejas, quien subrayó que Espino participó en el documento de adaptación de Costa Teguise a las Normas Subsidiarias del Gobierno de Canarias, pero no en el convenio en sí.

Es decir, que se vuelve a liar un poco más la cosa de lo que ya estaba liada. Tanto es así, que ni los más finos analistas políticos saben ya a qué carta quedarse. Pero Cejas también tuvo tiempo para arremeter con dureza con los que más críticos se han mostrado con el convenio, los representantes de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo (AC-25M), de quienes dijo que “mintieron a la opinión pública a base de disparates” cuando explicaron el pasado miércoles en rueda de prensa que Espino sí que había participado “de forma secreta” en las negociaciones cerradas al parecer el pasado martes de Semana Santa. Además, dijo que no tiene ningún sentido que acudan a la Fiscalía Anticorrupción porque a su modo de ver no hay nada oscuro ni turbio en este asunto.

La polémica está servida, y habrá que esperar, porque hay que suponer que los representantes de Alternativa no faltarán a su palabra, la decisión que adopte la Fiscalía Anticorrupción sobre este peliagudo asunto.

Pero por si esto no fuera suficiente, el líder del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), Dimas Martín, se descolgó en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio con unas declaraciones en las que aseguró que está convencido de que Teguise va a superar a Playa Blanca en “desmadre urbanístico” si finalmente prospera el acuerdo firmado entre el Ayuntamiento que preside su ex compañero Juan Pedro Hernández y la sociedad Algol. Como era de esperar, no se quedó ahí, y dijo cosas como que “pretender con un convenio así que se produzca el mayor pelotazo urbanístico que se ha producido en Lanzarote en los últimos tiempos no es de recibo”.

Es difícil para un medio de comunicación como este posicionarse en un asunto tan delicado. Sin embargo, lo que está claro es que no se puede aprobar un documento como el Plan Territorial sin que todo sea absolutamente transparente y legal, como no se puede aprobar sin que exista el consenso adecuado para hacerlo, que es lo que aquí siempre se ha defendido.

A todas estas, la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, es la que ha vuelto a poner algo de sensatez en todo este asunto. Lo hizo también en declaraciones al programa “El Despertador”, que de la mano de Agustín Acosta Cruz, el decano de la prensa insular, está liderando las mañanas radiofónicas en Lanzarote. La presidenta confía en llegar finalmente a un acuerdo con el consejero de Política Territorial, con el que evidentemente ha tenido sus más y sus menos desde el mismo momento en el que decidió asumir la responsabilidad de dirigir los destinos del Plan Territorial. “Sencillamente opinamos diferente y también tenemos formas distintas de hacer y de decir las cosas, pero como por encima de todo está un interés general importantísimo, pues somos capaces como seres humanos que somos de entendernos, de llegar a puntos de encuentro y de tratar de sacar un documento que nos interese a todos y que sea del gusto de la mayoría”. Como siempre, Inés Rojas ha sabido sacar la diplomacia que ha acompañado todas sus actuaciones políticas, sobre todo en un momento delicadísimo en el que el pacto del Cabildo, se diga ahora lo que se diga, corrió serio peligro. Cierto es que ese peligro, a tenor de lo que ha sucedido posteriormente, ha pasado.

Hay que confiar en que todo se resuelva para bien de Lanzarote y de los lanzaroteños, y no para beneficiar a unos pocos, los mismos que siempre se llenan los bolsillos, se largan de aquí y dejan los muertos. Hay que escuchar sobre todo a todos aquellos que tienen algo que decir en este asunto, y tomar una decisión cuando sea obvio que es la mejor o la menos mala de las posibles.

Un documento de locos
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