A estas alturas del día, con el periódico en la mano, después de lo que se dijo este miércoles, después de que nuestra edición digital publicara la noticia con la foto de marras pocos minutos después de que se produjera el acontecimiento, todo el mundo sabe que los presidentes de Coalición Canaria (CC) y Asamblea por Lanzarote (ApL), Mario Pérez y María Isabel Déniz, respectivamente, se entrevistaron a eso de las diez y media de la mañana en la cafetería del Arrecife Gran Hotel para escenificar el reinicio de las conversaciones para concretar un acuerdo preelectoral de cara a los comicios locales y autonómicos de mayo del próximo año. Como explicamos en su momento, más que una reunión formal se trataba de un gesto, un guiño hacia la dirección que ambas formaciones políticas parecen dispuestas a tomar después de que fracasaran los primeros contactos, especialmente porque no estaba demasiado claro si la alianza sería a través de una fusión total en CC con la lógica desaparición de las jóvenes siglas de ApL o un simple añadido. No fue casualidad ni mucho menos que la reunión se produjera después de que esta misma semana un dirigente de ApL tan destacado como el concejal de Hacienda de Teguise, Luciano Pérez, dijera en Lanzarote Radio, siguiendo el sentir y la información que se manejaba en ambos bandos, que parecía que no era el momento ni de entablar conversaciones ni de llegar a un acuerdo. Nos consta que hubo movimientos en las dos formaciones después de que se produjeran esas declaraciones y después sobre todo de que las reprodujera este diario. Se trataba de no confundir más al personal, de no liar más a los liados ciudadanos de esta Isla, y ofrecer la información más cercana a la verdad.
Poco después de finalizar dicha reunión, María Isabel Déniz anunció a Crónicas que se “buscarán las fórmulas pertinentes y las que convengan en reuniones donde se tendría que discutir internamente si ApL desaparecerá como tal”. Medio en broma medio en serio la alcaldesa vino a decir a este diario que se está estudiando la posibilidad de que desaparezca uno de los dos partidos, dejando muy claro que el que tendrá que desaparecer en todo caso será el más joven, el que en buena lógica deberá terminar dentro de la gran coalición que aspira nuevamente a gobernar Canarias otros cuatro años más. No hay que olvidar que en el Archipiélago es prácticamente imposible, por no quitar el “práctica” y dejar sólo el “imposible”, que se produzca un entendimiento entre Partido Socialista Canario (PSC) y Partido Popular (PP). También sabemos que es prácticamente imposible que se consiga una mayoría absoluta por parte de ninguno de estos tres partidos. De ese modo, gane o no gane los comicios, CC siempre se presentará como el partido visagra, el que hace posible que se abra la llave de la puerta del Consejo de Gobierno. Es decir, gane quien gane, parece que los nacionalistas estarán sentados de nuevo en el Gobierno de Canarias.
Se trata simplemente de un futurible, sujeto como es lógico a la probabilidad del error. Sin embargo, la política en Canarias en ocasiones es mucho más plana de lo que algunos piensan que es.
Por lo que respecta al otro invitado al desayuno -no es casualidad que se avisara a los medios gráficos para que inmortalizaran el encuentro-, Mario Pérez, destacar únicamente que comentó que el tema tiene que estar cerrado antes de este viernes. Dijo eso por no decir que el acuerdo prácticamente está cerrado, a falta de que se cierren algunos flejos casi sin importancia y de que se elabore un documento con el que ambos partidos se presentarán frente a la sociedad.
Es lógico pensar que habrá gente que no estará en absoluto de acuerdo con la alianza, gente de dentro y de fuera de ambos partidos. Sin embargo, los dirigentes de CC y ApL entienden que es el momento de crear un nacionalismo fuerte en Lanzarote, un nacionalismo que pueda de una vez por todas posicionarse con firmeza allí donde se tienen que posicionar. Desde la otra orilla, desde los partidos nacionalistas que se quedan al margen del pacto, Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL) principalmente, se ve este acuerdo como el principio del fin de ambas formaciones. ¿Quién tendrá razón? Está claro que tendremos que esperar hasta que se celebren las elecciones, momento en el que se determinará con precisión si han hecho bien o no han hecho bien los dos partidos al cerrar el entendimiento que se vislumbra que se va a cerrar.