España celebró este lunes otro Primero de Mayo más. El día que se dedica para festejar la actividad que desarrollan todos los trabajadores, que no son pocos. Es una especie de premio anual al esfuerzo. Probablemente se trate de un premio injusto en el caso de muchas personas, que pasan por la vida laboral sin pena ni gloria. Sin embargo, esa es otra historia para otro artículo editorial.
Como viene siendo habitual en los últimos años, los dos principales sindicatos, Comisiones Obreras (CC OO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), aprovecharon esta jornada de celebración festiva para reivindicar que no es oro todo lo que reluce, y que se necesita seguir avanzando en los muchos problemas que hoy en día se siguen planteando para la clase trabajadora, en especial para los más jóvenes, que están viviendo en un país en el que se hacen contratos “basura” que no cuentan siquiera con el tiempo de vigencia ni con el salario suficiente como para poder aspirar a comprarse una de las carísimas viviendas que se ofertan en nuestro cada vez peor mercado inmobiliario.
La celebración llegó a Lanzarote, donde, también como es habitual, se celebró el tradicional partido de fútbol entre los representantes de los dos sindicatos. No obstante, más que con el partido de fútbol habría que quedarse con el mensaje que los dos máximos responsables sindicales, Vicky Sande y Orlando Suárez, quisieron trasladar a la sociedad conejera. Seguimos teniendo muchos problemas, y son pocas las soluciones a corto plazo que se plantean en el horizonte.
Ya explicamos en la edición del pasado sábado que el paro subió en el primer trimestre del año en 94.500 personas (un alza del 5,13%) en el conjunto del Estado y en 14.400 personas (13,99%) en Canarias hasta situar el número total de desempleados en 1.935.800 y 117.500, respectivamente. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida el viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de paro canaria se situó en el 11,95% de la población activa, casi tres puntos por encima de la estatal del 9,07%.
Como también expusimos, se trata de unos datos que se antojan absolutamente intolerables, si se tiene en cuenta que Canarias ha seguido creciendo en población y en producción empresarial a un ritmo muy superior al de la media nacional. ¿Qué está pasando, cuáles son las razones que justifican esta más que destacada tasa de desempleo, es real o es irreal como se denunció en el pasado? Son muchas preguntas con difíciles respuestas.
No hace demasiado tiempo Lanzarote registraba una tasa de paro que los propios sindicatos reconocían como ficticia. Era lógico teniendo en cuenta que cada día que pasaba se necesitaba más y más mano de obra, mano de obra que se obtuvo con personas que llegaron de la Península, de Europa y del resto del mundo. Este tercer grupo, el del resto del mundo, ha sido el más numeroso, y forma parte de un fenómeno social de la globalización en la que estamos inmersos. Ahora, sin embargo, el desempleo en Lanzarote existe. Ya hay personas que se han apuntado a las listas de la Agencia Canaria de Empleo que realmente están buscando un puesto de trabajo y no lo encuentran. Increíble pero cierto, teniendo en cuenta la riqueza que se ha movido delante de los ojos de la mayoría de los lanzaroteños y que ha ido a parar al bolsillo de unos pocos.
Por lo que respecta al ámbito nacional, hay que decir que fueron miles de manifestantes los que desfilaron por 50 capitales españolas convocados por CCOO y UGT para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, que este año transcurrió bajo el lema “Por la paz. Empleo estable en igualdad”.
El secretario general de CCOO, José María Fidalgo, explicó que este Primero de Mayo tiene un sentido “particular”, puesto que los trabajadores pueden ver “el final del terror” después de que ETA “posiblemente” se haya rendido a la “evidencia” de que no “va a imponer sus designios con violencia".
Por su parte, Cándido Méndez, el secretario general de UGT, insistió en la exigencia de empleo estable en igualdad, objetivos que, a su juicio, “están más cerca a pesar de su dificultad”. “El acuerdo que prácticamente tenemos cerrado sobre la estabilidad en el empleo puede ser una buena herramienta para reducir la precariedad y los accidentes laborales”, agregó.
Lo más llamativo del caso, al menos desde el punto de vista político, es que ambos dirigentes aprobaron la gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, dando el visto bueno por tanto a la labor del ministro de Empleo y Asuntos Sociales, Jesús Posadas.
Está bien que los dos principales sindicatos tengan sintonía con el Gobierno de turno. Sin embargo, deben ser los sindicatos los primeros en exigir a los mandatarios de esos gobiernos que cumplan lo que han prometido en la campaña, y en el caso del PSOE sus promesas se orientaron en gran medida a la mejora del empleo.
Lo importante es que el próximo Primero de Mayo se pueda celebrar con algún logro más. De momento los avances son escasos, casi nulos. El futuro de los más jóvenes es incierto y peligroso, y las medidas a tomar tienen que tener la fuerza necesaria como para dar un giro radical a la actual situación.