El número de inmigrantes irregulares llegados a Canarias en lo que va de 2006 a bordo de pateras o cayucos asciende ya a 18.514 tras arribar en lo que ha transcurrido de agosto 4.428, cifra inferior en sólo 323 al número total de 4.751 personas registrada en todo el año 2005. Así lo confirmaron este viernes festivo en Arrecife fuentes de la Delegación del Gobierno en el Archipiélago, que precisaron que Tenerife es este año la isla que suma más llegadas, 10.205 hasta este viernes, pese a que en 2005 sólo recibió a 637 inmigrantes irregulares. A continuación se sitúan Gran Canaria, que acumula 3.642, frente a sus 1.416 de todo el 2005, y La Gomera, con una suma de 2.172 que supera ampliamente a los 72 del año pasado. Les siguen en volumen Fuerteventura, isla donde las llegadas de este año, 1.418, son bastantes menos que las del anterior, 2.249, El Hierro, que en 2006 registró las primeras arribadas de cayucos con africanos clandestinos de su historia y ya suma 908, y Lanzarote, donde se contabilizan 169 entradas de inmigrantes irregulares, casi la mitad de las 329 que acumuló en 2005. Por provincias, Santa Cruz de Tenerife supera en más del doble la cifra de llegadas de Las Palmas en lo que va del presente ejercicio: 13.285 frente a 5.229.
Estos son los datos, que imaginamos que sorprenden a unos pocos y aburren a la gran mayoría, que ya observa el fenómeno desde la distancia, apenas sin implicación, viendo sobre todo el escaso o nulo interés que se está aplicando en su resolución.
Los políticos comienzan a moverse, al menos algunos de Canarias. De hecho, el secretario de Organización de Coalición Canaria (CC), José Miguel Barragán, insistió este lunes a través de un comunicado de prensa enviado a este diario en denunciar la “extrema gravedad del drama de la inmigración en el Archipiélago” tras la llegada a las islas de más de 1.200 personas a bordo de cayucos durante el pasado fin de semana y advirtió que la situación de emergencia podría agravarse si se cumplen las previsiones que apuntan que las buenas condiciones climatológicas facilitarán la desprotección de las fronteras canarias.
José Miguel Barragán lamenta en su escrito el tardío despliegue diplomático activado por el Gobierno central, a pesar de las reiteradas denuncias y llamadas de atención realizadas por Coalición Canaria y el Gobierno de Canarias sobre el drama que, lamentablemente, ya se vive en casi todas las islas del archipiélago ante la insistente llegada de cayucos a las playas y puertos de las islas.
Para CC, como ya dijo su presidente, Adán Martín, es urgente la necesidad de que se conforme un “gabinete de crisis” integrado por todos los Ministerios implicados y el propio Gobierno de Canarias ya que “la gravedad del problema exige que el mismo se constituya con inmediatez y no haya que esperar a que finalicen las vacaciones del presidente y de los ministros”. Y claro que es urgente, es urgentísimo. Si no el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que tiene que seguir cogiendo fuerzas en Lanzarote, sí que cualquier otro miembro del Gobierno se tendría que haber puesto ya manos a la obra para buscar una solución real.
Parece que ese no es otro que Alfredo Pérez Rubalcaba, el ministro del Interior. Después de su oportuna visita a África -oportuna en el tiempo y en el espacio, no sabemos si en los resultados-, anunció que en los próximos días llegarán a Senegal un helicóptero y dos patrulleras de la Guardia Civil para participar en patrullas conjuntas que tendrán como misión el control de los inmigrantes que salen de ese país hacia Canarias. En una comparecencia ante los periodistas después de reunirse con su homólogo senegalés, Ousmane N Gom, el titular de Interior explicó que la Guardia Civil colaborará con las Fuerzas de Seguridad de este país africano en el control de sus aguas territoriales, de modo que las embarcaciones de los inmigrantes sean detectadas antes de abandonar las mismas. Por su parte, el ministro senegalés agradeció la ayuda española, pero recordó que la inmigración ilegal es un "drama humano" y que tiene que ser abordado como tal. N Gom añadió que, además de establecer medidas de vigilancia, es preciso ofrecer a los jóvenes que emigran alternativas de futuro en su país, y reclamó la colaboración europea para financiar el llamado "programa Reva", destinado al desarrollo agrícola y ganadero.
Al señor N Gom no le falta razón, ni mucho menos. El drama de la inmigración irregular es un drama humano, y como tal tiene que ser abordado. No hay que perder nunca de vista que no se está tratando con delincuentes, sino con personas. Ahora, eso no quita para que una Comunidad como Canarias tenga que evitar como sea pagar los platos rotos del desmadre político, social y económico que se vive en el continente.
Ahora bien, en Canarias estamos empezando a cansarnos de las promesas y de las quejas de los insolidarios que no entienden que enviemos desde aquí a los inmigrantes que nos están llegando en auténtica avalancha. ¿Qué quieren que hagamos con ellos si ya no caben en los centros de internamiento?
Parece que la próxima semana será clave en el desarrollo de la adopción de medidas para disuadir a las mafias que trafican con seres humanos, para que se busquen otra ruta. Está complicada la cosa, porque muchas rutas para ir a Europa que no pasen por Canarias la verdad es que no hay.