La jornada de este jueves volvió a ser un ejemplo del esperpento en el que se ha convertido la política de Lanzarote. Es difícil tratar de ser objetivo en el análisis editorial de los acontecimientos teniendo en cuenta cómo se han precipitado y producido las cosas.
Los representantes del Partido Socialista Canario (PSC) anunciaron por la tarde que rompían definitivamente el quebrado pacto con Coalición Canaria (CC) y que por tanto abandonaban el grupo de gobierno del Cabildo, lo que harán efectivo a lo largo de este viernes. Y lo hacían en una multitudinaria rueda de prensa en la que Manuel Fajardo estuvo respaldado por todos sus compañeros del Cabildo, por todos los consejeros menos uno, Miguel Ángel Leal. Curiosamente, en contra de lo que se dijo en la rueda de prensa, el ahora “díscolo” dirigente socialista, hasta hace unos pocos días una de las personas de máxima confianza del secretario general, no fue informado de lo que iba a suceder. Nadie, según confirmó bastante molesto a este diario, le avisó de que se iba a dar la rueda de prensa y de que se iba a romper el pacto. De hecho, mientras esto sucedía él estaba en otro lugar de Arrecife presentando la constitución oficial de la Sociedad de Promoción Exterior, al lado de otro socialista ilustre como es el alcalde de Tías, José Juan Cruz Saavedra. Esta circunstancia es la que va a provocar que Leal no se presente al pleno que se va a celebrar en el Cabildo y que con su ausencia permita que CC saque adelante los asuntos que se llevaban.
El siguiente paso, por tanto, estará en la reunión que celebra la Comisión Ejecutiva Insular del PSC por la noche, reunión a la que sí acudirá Leal y en la que espera que le expliquen lo sucedido. A pesar de su posición, a pesar del lío, a pesar de que la decisión no ha sido ratificada por ningún órgano oficial del partido (ni la Comisión Ejecutiva Insular ni el Comité Insular), Fajardo dijo, y no hay motivos para no creerle, que cuenta con el respaldo de la Ejecutiva regional, y con eso es evidente que basta.
Sin embargo, para entender lo sucedido en el nuevo esperpento político, en la vigésima crisis del Cabildo insular en lo que va de legislatura, hay que remontarse a unos días antes. Aunque el PSC maneja como excusa la rueda de prensa que ofrecieron el miércoles Mario Pérez, María Isabel Déniz e Inés Rojas, aunque en CC se maneja como excusa el lamentable comunicado enviado por los socialistas calificando de “chicas Bond” a las dos mujeres que están al frente de las dos principales instituciones de la Isla, el tema viene de atrás. Viene del momento en el que Inés Rojas tiene que reconocer en unas declaraciones hechas a Lanzarote Radio que pierde más tiempo salvando zancadillas que trabajando; viene de cuando se descubre que desde departamentos como el de Política Territorial se están elaborando importantes informes y no se trasladan a la Presidencia, a pesar de que la Presidencia los ha reclamado por escrito; viene desde que se emiten notas de prensa sin consultar con los socios del pacto; viene desde que los unos se atribuyen los méritos que los otros entienden que también les corresponden...
El caso es que una vez más, y ha sido en poco tiempo, dos formaciones políticas han sido incapaces de enterrar los problemas personales y políticos por el bien de un Lanzarote que no se merece el maltrato al que está siendo sometido.
¿Cuándo acabará esto, hasta cuándo tendrá que soportar esta sociedad a sus políticos, qué tiene que pasar para que las cosas cambien? Son preguntas con difícil respuesta, muy difícil. La duda ahora surge cuando se trata de averiguar qué pasará en Arrecife, ¿se romperá también el acuerdo?
Quedan muchos meses para las elecciones, y no estaría de más que alguien hiciera un ejercicio de cordura y de responsabilidad, aunque fuera por una vez.