jueves. 15.05.2025

Ni el Gobierno de Canarias, ni el Ejecutivo nacional ni la Comunidad Europea han sido capaces, de momento y ni juntos ni por separado, de detener o paliar en parte la auténtica riada humana compuesta por esas masas de inmigrantes que proceden del vecino continente africano, a bordo de frágiles cayucos o pateras que, en no pocas ocasiones, dejan a su vez un reguero de muertes en el océano, constituyéndose en toda una catástrofe humana (que no humanitaria, como se mal dice a diario desde muchísimos medios de comunicación). Y luego está la otra riada de noticias que está generando este fenómeno inmigratorio, tanto a escala local como nacional e internacional, como veremos a continuación.

El enviado especial del diario ABC a la zona de donde parte el grueso de la inmigración ilegal Africana hacia Canarias ha constatado que “la masiva llegada de cayucos no ha cerrado del todo las que antes eran las principales vías de entrada. Las tradicionales pateras de madera siguen con frecuencia zarpando desde las playas del Sahara Occidental o el sur de Maruecos para llegar, casi siempre, a Fuerteventura”. O a Lanzarote, como hemos vuelto a comprobar en los últimos días en nuestra isla.

El responsable marroquí de cuestiones migratorias y vigilancia de fronteras, Khalid Zerouali, reconocía a principios del año en curso que el Reino alauí acabó en 2005 con más de 300 grupos mafiosos. Pero es obvio que las mafias siguen manteniendo abiertas vías de salida que controla Rabat. Y de lo que no hay duda es que la situación ya se ha desbordado, como empiezan a reconocer desde el propio gobierno español, como hacía este lunes José Blanco en las páginas de “El País”, aunque horas después salieran a desmentir o a maquillar sus palabras otras fuentes cercanas al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Parece claro que a Blanco siempre hay que saberlo interpretar, como ya pasó varias veces cada vez que se pronunció sobre el futuro político de su correligionario canario Juan Fernando López Aguilar.

Hasta el Delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, ha tenido que acabar reconociendo que la situación se les ha ido de las manos y que se encuentran desbordados. En las últimas horas, además, se han denunciado incluso motines entre los miles de acogidos en los centros de retención. Y mientras el Archipiélago asiste impotente a estos flujos migratorios, el resto de regiones o comunidades españolas miran para otro lado y no quieren saber nada de crear nuevas plazas para acoger en la Península a los ilegales.

Por su parte, desde el sector turístico, pulmón principal de toda la economía canaria actual, se mira con inevitable recelo la repercusión mediática que está teniendo este fenómeno de inmigración colectiva en países que son a su vez principales emisores de turismo a las islas. Los medios informativos europeos se hacen eco a diario de esta lamentable situación que está teniendo a Canarias, a su pesar, en el epicentro informativo. En Luxemburgo, “Tageblatt” se refiere a la crisis afirmando, textualmente, que “la llegada masiva de clandestinos comienza a provocar el rechazo de la población”. Una fotógrafa de AFP hablaba la pasada semana de grupúsculos que comienzan a gritar “¡Fuera esos negros de mierda!”.

En un tono muchos menos sensacionalista, la mismísima y prestigiosa BBC escribía este domingo que “existe una inquietud creciente entre los profesionales del turismo”.

En París, el “Herald Tribune” sentenciaba también el pasado domingo que “el éxodo surafricano crecerá con los mares en calma anunciados para septiembre por los partes meteorológicos”. Una obviedad de la que por aquí abajo ya estábamos más que avisados.

Sí, actualmente en toda la prensa de Europa se está hablando mucho, más que nunca antes y no precisamente bien, de Canarias. Y el motivo que nos convierte en foco de atención informativo no parece que pueda constituirse precisamente en la mejor de las promociones turísticas que nos podía tocar en suerte. Antes al contrario.

Canarias, foco de atención en la prensa europea
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