jueves. 15.05.2025

El número de niños que viven en Canarias en régimen de acogimiento familiar asciende a 1.507. El dato, que podría sorprender a más de uno, lo ofreció este jueves la consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno canario, Marisa Zamora, que ha destinado 3,8 millones de euros para la puesta en marcha de programas destinados a este fin.

Buceando en la información nos enteramos de que en el año 2005 había en Canarias 360 niños menos viviendo en centros y hogares de acogida que en el año anterior, dato que llenó de esperanzas a los que estaban siguiendo este asunto. Sin embargo, la cifra de niños que viven en esta situación sigue siendo alarmante.

De los 2.470 niños del Archipiélago que tienen una medida de desamparo, 1.507 viven con una familia en acogimiento y los 963 restantes viven en alguno en los 98 centros y hogares de acogida existentes. Es cierto que se está haciendo una gran labor en este sentido, pero parece a todas luces insuficiente, puesto que se conocen más casos que hasta el momento no han sido registrados y por tanto atendidos.

Tiene razón Marisa Zamora cuando afirma que “la mejora en las políticas de atención a la infancia es una prioridad”, de ahí que no haya venido nada mal que se haya incrementado un 84 por ciento el presupuesto para la puesta en marcha de equipos especializados de atención a la infancia.

Para que mejore la situación ha sido fundamental la reorganización de la Dirección General de Protección del Menor y la Familia, cuya modificación fue aprobada en Consejo de Gobierno y permitirá una mejora en la atención de los menores, unificando los criterios y estrategias de intervención y agilizando los trámites.

Pero las cifras siguen siendo terribles si se tiene en cuenta que se está hablando de niños. El tiempo medio de estancia en acogimiento residencial es de cinco años, y de forma específica, en la primera infancia es de alrededor de dos años, y en la etapa de la adolescencia, etapa más difícil para un acogimiento familiar o incluso para una posible adopción, es de cinco años. En este periodo los profesionales del ámbito de los servicios sociales inician diferentes programas con las familias biológicas o familias extensas para favorecer la incorporación de los niños a las familias. En los casos en los que sea imposible, se inicia el procedimiento de adopción, un procedimiento complejo debido, por un lado, a las dificultades de la normativa y, por otro, a que las familias adoptantes prefieren a niños de entre 0 y 3 años.

Se trata de un contraste monstruoso en una Comunidad rica y próspera como Canarias, que se sigan produciendo estas informaciones. De hecho, ya informamos de que recientemente el presidente del Consejo Económico y Social de Canarias, José Luis Rivero, entregó al jefe del Ejecutivo regional, Adán Martín, el informe anual que realiza el organismo, en cuyas conclusiones destaca el aumento de la pobreza en las Islas, la elevada tasa de temporalidad, el fracaso escolar y las altas listas de espera.

Es sorprendente que una Comunidad Autónoma en la que ha habido épocas en las que el dinero se salía por las orejas de muchos empresarios exista una bolsa de pobreza tan preocupante como para haber hecho despertar ya la conciencia de las autoridades de Madrid, bolsa de pobreza que también está ligada al problema de los niños. El contraste entre los ricos ricos y los pobres pobres es tremendo en Canarias. Hay diferencias abismales que tienen que llevar irremisiblemente a hacer una reflexión conjunta, en la que participen todos los sectores implicados, desde la Administración pública a los empresarios, desde los sindicatos a los trabajadores... Todo el mundo tiene que participar en la elaboración de un proyecto que determine qué está ocurriendo y qué se puede hacer para que deje de ocurrir.

El dato relacionado con Lanzarote y Fuerteventura pone de manifiesto también el tremendo crecimiento que han registrado las dos islas más orientales en muy poco tiempo. La construcción y el aumento del turismo han sido factores fundamentales para que la renta per cápita se haya disparado. Sin embargo, también en estas dos islas existen unas bolsas de pobreza tremendas, unos contrastes entre ricos y pobres preocupantes.

El interesante estudio determina que la pobreza relativa medida respecto a la renta de España es en Canarias del 24,1 por ciento de la población, siendo la media española del 19,9. La pobreza relativa prácticamente no ha tenido cambio y se sitúa en el 18,7 por ciento de la población, con lo que hay más pobres en términos absolutos y, en términos reales, los ingresos de los más pobres han descendido. En Canarias en general y en Lanzarote en particular ya hemos vivido crisis económicas de niveles estratosféricos. Todavía se recuerdan los numerosos embargos que tuvieron que hacer los bancos por impagos, las ventas deprisa y corriendo de todo tipo de inmuebles para salvar los muebles de un tiempo que podría volver a repetirse. Parece que ha llegado el momento de tomar medidas contundentes, y es el Gobierno de Canarias el que tiene que liderar esta reacción. No sirve con que se le presenten los informes y los dé a conocer a los medios. Este tipo de estudios tienen que servir para que se provoquen cambios significativos en la orientación de las políticas económicas que se diseñan. No es tolerable que un presupuesto como el de la Comunidad Autónoma de Canarias se gaste sin llevar a cabo las iniciativas necesarias que terminen derribando el umbral de la pobreza que toca ya la cabeza de mucha gente, demasiada. Es el propio Gobierno el que dando datos como los que ha dado su consejera Marisa Zamora desvela la realidad que estamos padeciendo, esa que no se muestra por suerte para el turismo en las imágenes de promoción exterior.

1.507 niños en régimen de acogida en las Islas
Comentarios