La consejera de Bienestar Social del Gobierno canario, Inés Rojas, ha reconocido este miércoles que los incidentes y peleas entre menores en los centros de acogida ocurren “a diario” por la saturación de estas infraestructuras y ha anunciado que ha conseguido ‘arrancar' a la Delegación del Gobierno un compromiso para buscar más lugares de acogida.
Rojas hace esta afirmación después de que el centro de La Esperanza en Tenerife haya vuelto a ser escenario de una nueva trifulca entre menores durante la madrugada del lunes al martes pasado, que se saldó con la intervención de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
La consejera admite que estos incidentes “ocurren a diario y más últimamente”, después del repunte de pateras y cayucos que alcanzan las costas canarias y que cada vez traen a más menores. Precisamente esta es la razón a la que apunta Rojas para justificar los incidentes, ya que explicó que la masiva llegada de nuevos chicos crea ‘roces' entre los que llevan acogidos más tiempo.
Esto se produce, según Rojas, por las “diferentes nacionalidades y culturas” que conviven bajo el mismo techo y el miedo de los chicos más veteranos a que los nuevos ‘roben' su espacio. “La llegada de nuevos niños a lo que ellos consideran ya su casa supone conflicto porque supone realojar y reubicar en los mismos espacios”, explicó.
Todo esto pues, es producto de la saturación de unos centros que tienen entre 100 y 120 plazas y que acogen en realidad a más de 200. “Los centros están absolutamente desbordados”, se quejó Rojas. Un desbordamiento que parece que no va a acabar, sino aumentarse después de que más de 200 personas alcanzaran las costas canarias durante el primer fin de semana de abril y las que han seguido llegando desde entonces.
En este sentido, Rojas no logra explicarse el por qué del repunte de la llegada de embarcaciones a las costas canarias más allá del buen tiempo en el mar, y apunta a una “falta de vigilancia” de las fronteras.