jueves. 25.04.2024

Para Áurea Mauri estos son días de estrés. Acaba de concluir la organización del programa navideño del Ayuntamiento de San Bartolomé y ahora mismo está repartiendo su tiempo entre los actos del carnaval de su municipio, la organización de la actuación de la Afilarmónica Las Revoltosas y la preparación del pregón que darán en la capital de la Isla. Aunque para algunos “veinte años no sea nada”, mantenerse en una misma agrupación carnavalera 25 ediciones consecutivas tiene mucho mérito.

Dice la concejala de Festejos de San Bartolomé que “no paro pero estoy haciendo de tripas corazón para poder desempeñar un buen papel en ambos puestos y que las cosas salgan lo mejor posible”. Sin embargo, quiere destacar que sin la colaboración de sus compañeros, tanto en el Ayuntamiento como en la murga, no sería posible abarcarlo todo. “Tengo que decir que mis chicas, que es como me gusta llamar a las integrantes de la murga, se lo han tomado con una responsabilidad tremenda y están trabajando hasta la una de la mañana en el local para poder ensayar y liberarme a mí un montón de toda la carga que lleva la afilarmónica”, explica.

La veterana murguera asevera que “este año hemos empezado como los otros, a finales de septiembre, principios de octubre, que es cuando el grupo comienza a funcionar, aunque la directiva empieza mucho antes”. En cuanto a su faceta política reconoce que “no habíamos acabado con las navidades y ya estábamos con los carnavales pero también tengo que destacar que en esta concejalía y en todas las que colaboran apoyándonos hay gente maravillosa que trabaja muy bien y el hecho de tener este grupo de trabajo detrás está suponiendo que la carga sea mucho menos pesada”.

Para Mauri, el hecho de que una murga de San Barolomé haya sido la elegida para dar el pregón de las fiestas de Arrecife supone “un orgullo inmenso y estamos muy ilusionadas y hemos cuidado mucho la forma en la que iremos vestidas porque entendemos que es una responsabilidad grande pero confío en mis chicas porque aunque el pregón lo vaya a leer yo, ellas van a estar detrás muy guapas y cantando nuestro himno”.

Movimiento murguero

Cada vez cuesta más encontrar personas con tanto espíritu carnavalero que estén dispuestas a sacrificar parte de su limitado tiempo libre en participar en murgas, comparsas, batucadas o en cualquier otra actividad que suponga horas de ensayo. En opinión de Áurea, “para llevar 25 años en la murga hemos tenido que echarle muchas ganas, aunque tengo que reconocer que se ha pasado el tiempo volando”. Explica que “es cierto que estamos instalados en una sociedad en la que nos hemos hecho cómodos y no queremos participar en los grupos o en los eventos”. Recuerda que “yo en estos 25 años también he tenido mis altibajos, como todo el mundo, y como tiene que ser, pero para mí como para el resto del grupo supone una satisfacción y un orgullo enorme llevar tanto tiempo funcionando como se ha tenido que funcionar”. Se lamenta de que “la gente cada vez se implica menos en el tema de los grupos pero esto no pasa sólo en los carnavales, sino en cualquier actividad de otra índole que quieras organizar”. Piensa que “también es verdad que hemos acostumbrado a la población a dárselo todo hecho y no nos hemos preocupado, por ejemplo, de formar una cantera”. Opina que “el carnaval tiene que empezar desde los niños porque seguro que el ochenta por ciento de los que participan en las murgas infantiles, luego se incorpora de lleno en el mundo del carnaval”. Cree que “en este sentido, nos hemos abandonado un poco”.

Carnaval más ingenuo

“No nos parecemos en nada porque el carnaval de hace 25 años era más ingenuo, más espontáneo y más de la calle; ahora es más estructurado, pensado para que venga el de fuera y lo vea”, explica. Por otro lado, comenta que “nosotras seguimos siendo las mismas y seguimos trabajando con la misma dinámica y con el mismo estilo a la hora de vestir e interpretar nuestros temas”.

En cuanto a las fuentes de inspiración a la hora de componer las letras, asegura que “hemos hecho un montaje en vídeo, que por cierto ha quedado precioso, recopilando los 25 años que llevamos y viendo y oyendo algunos temas, no hay grandes cambios porque los políticos siguen estando ahí, aunque unos entren y otros salgan y hay cosas de hace 20 años que, cambiando de nombres, siguen estando de actualidad”. De ahí la dificultad de innovar y de hacer composiciones que no suenen repetidas. “Hay que cambiar las músicas y el estilo de cantarlas y al final las cosas suenan distintas porque la sociedad es distinta”, comenta pero dice que “este año hemos rescatado un tema que cantamos hace doce o catorce años dedicado a Las Islas y lo hemos adaptado un poquito pero hay trozos que hemos mantenido porque siguen vigentes”.

En cuanto al vestuario, Las Revoltosas siempre se han caracterizado por el lujo de sus diseños, sin sucumbir a cierta tendencia minimalista que parece que empezó a imponerse en algunas formaciones hace algunos años. Comenta Áurea que “nosotras no hemos cambiado y llevamos trabajando con Manuel Camejo 18 años y él ya conoce nuestro estilo y los diseños que nos gustan y si no hemos ido a más, sí podemos decir que hemos mantenido un nivel que queremos seguir manteniendo porque el carnaval no se centra sólo en los cuatro días de concurso, tiene que salir a la calle, y la persona que sale al coso y se está esperando dos horas a ver pasar un grupo no lo hace para oír las canciones, porque en la calle ya nadie canta, sino para ver la vistosidad, el lujo y el colorido que hay en ese pasacalles”. En este sentido, no han querido sucumbir a la tendencia de algunos grupos que manifiestamente dejan en un segundo plano la vestimenta para centrar todo su interés en las letras de las canciones que van a ir a concurso. “Entiendo que todo es un conjunto y puedes hacer buenas letras y cantar bien, afinadas y mantener la vestimenta porque el carnaval es luz, colorido y vistosidad”.

Una murga batatera en la corte de Arrecife
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