sábado. 20.04.2024

Es canaria, tiene 31 años y una niña de meses a la que no puede dar de mamar porque no tiene pecho. Se lo extirparon por un cáncer de mama prácticamente después de dar a luz. Lo único que pide es que se lo reconstruyan, y que si no puede alimentar con su cuerpo a su bebé, que al menos no sienta un vacío cuando lo coge entre brazos. Le han dado un plazo de año y medio, como poco, para operarla.

No es de extrañar que la presidenta de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Canarias, Marisa Herrera, confiese que tuvo que contenerse para no llorar cuando esta joven se presentó en la sede para contarle su caso. A pesar de toda su experiencia y de los años que lleva atendiendo las demandas y escuchando los testimonios de mujeres mastectomizadas, reconoce que este asunto en concreto le está llevando a realizar una lucha personal. Recuerda ese momento y dice “se me abrazaba llorando y me contaba que le había costado muchísimo que le dieran cita para una interconsulta para ir al cirujano plástico para la reconstrucción y su única finalidad no es presumir, y eso que es una persona joven que acaba de tener una mastectomía radical, lo que dice es que aunque no pueda darle de mamar, lo único que quiere es recostarla sobre su regazo y que no note el vacío”. La joven se lamentaba amargamente porque el médico le había dicho que por lo menos tendría que esperar un año y medio. Marisa Herrera afirma que “a lo mejor le están haciendo una reconstrucción a una señora con 69 años y está en todo su derecho, pero yo creo que con gente tan joven habría que tener otro tipo de prioridades”.

Herrera, lo mismo que cualquier mujer, se pone en la piel de esa chica y dice que “sufres mucho cuando piensas que tu hija, cuando está en tu regazo, siente ese vacío”. Por eso, recuerda que para no terminar de hundirla, tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por mantenerse serena. Marisa está intentando hablar con todos los médicos para ver qué pueden hacer y asevera que si tiene que ir al Diputado del Común, irá porque le parece un caso de imperiosa necesidad.

Avance en la investigación

Para que todo no sean malas noticias en el tema del cáncer de mama, la presidenta de la Asociación se muestra feliz por los avances que se han dado a conocer recientemente en las investigaciones de la raíz de la metástasis del cáncer. Un grupo de científicos, liderados por el español Joan Massagué, ha conseguido ir descubriendo las causas de que el cáncer pase de unos órganos a otros, algo importantísimo teniendo en cuenta que la supervivencia media de las mujeres con cáncer de mama con extensión a otras partes del cuerpo sigue siendo inferior a dos años. Lo triste es que todas estas investigaciones, realizadas en gran parte por españoles, se tengan que estar haciendo en Nueva York. “El Gobierno no invierte en investigación y es una pena porque, por ejemplo, el Instituto Canario de Investigación del Cáncer tiene grandísimos profesionales a los que habría que apoyar”. De hecho, en noviembre se va a celebrar un congreso en Lanzarote en el que van a exponer sus trabajos jóvenes investigadores del cáncer de nuestro país y grandes eminencias de Europa y esto hay que promocionarlo. Herrera, que además ha trabajo en el Servicio Canario de Salud, se queja de que “es una pena que cada vez que cambia un director, se hace un despacho nuevo y nombra a cuatro o cinco coordinadores amigos suyos, con unos sueldazos impresionantes, cuando ese dinero se podía invertir en investigar”. Dice que también sería bueno que ese dinero se utilizara en ampliar la plantilla de profesionales para evitar las largas listas de espera. Marisa Herrera es de la opinión de que siempre prima la política por encima de la gestión y que en ocasiones se deja de hacer un buen servicio por motivos que no son los adecuados. Explica que “no sé si hay alguien a quien le interesa que las cosas no funcionen porque yo no lo entiendo pero sé que si es un familiar de un político o alguien importante el que se tiene que operar, si hay que dejar toda una planta para él, se hace”.

“Si la gente nos ve, tiene menos miedo”

La presidenta de esta asociación de mujeres mastectomizadas insiste en la necesidad de hacerse revisiones periódicas para evitar llegar a vivir auténticos dramas humanos y que es bueno que la gente conozca la asociación porque “si la gente nos ve, tiene menos miedo”. Por ello, cree que la horquilla de 50 a 69 años de edad, que es el que se está teniendo en cuenta por parte de la salud pública tendría que ampliarse por arriba y por abajo. Comenta que es ridículo que se hable de carestía cuando se pone la excusa para no hacerlo porque “si una revisión cuesta 300 euros, el tratamiento del cáncer cuando no se ha cogido a tiempo puede suponer seis o siete millones de pesetas”.

Además, quiere destacar el componente psicológico que se descuida en muchas ocasiones y para demostrarlo pone el ejemplo de otra persona que acudió a la Asociación a la que la dieron 9 meses para hacerse una revisión y le dijeron que estuviera tranquila, que el cáncer no avanza tan rápidamente. Dice que “si una mujer va al médico de cabecera y le dice que quiere hacerse una prueba, por el protocolo que tienen establecido, van a ponerte pegas y entre unas cosas y otras te pueden dar esos 9 meses”.

Maridos que aguantan

Marisa Herrera quiere destacar la importancia del papel de los maridos en casos de mujeres que han perdido el pecho ya que en muchas ocasiones tienen que hacerse cargo de toda la carga familiar, en una ambiente de “celos patológicos” por parte de chicas que sienten que ya no van a gustarles a sus esposos. Asegura que por su propia experiencia, hay que dejarse de tabúes y si quieren sentirse guapas, acudir al desfile que dentro de unos días darán estas mujeres en bañador en Las Palmas, con la promesa de que si las lanzaroteñas quieren apuntarse, está hecho.

“Si no puedo darle el pecho, al menos que no note el vacío cuando está en mi regazo”
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