sábado. 20.04.2024

Si ahora se hiciera una encuesta a la población sobre las principales conclusiones a las que se están llegando en la XVI Conferencia Internacional del Sida que se está celebrando en Toronto, es casi seguro que muy pocos podrían aportar algún dato. De hecho, parece que sólo los afectados por el VIH o los profesionales o voluntarios vinculados con esta enfermedad se preocupan por conocer los posibles avances en el tratamiento del virus. Es más, es posible que incluso éstos prefieran que se hagan menos charlas mundiales y se apliquen más remedios locales.

Para Dolores Bravo de Laguna, coordinadora de Exclusión Social de Médicos del Mundo en Las Palmas, este tipo de evento siempre es positivo. Asegura que “son muchos los países que están llevando a cabo líneas de investigación para solucionar los efectos del Sida o incluso curarlo y estas conferencias son un punto de partida para poner en común todas las experiencias que pueden aportar los investigadores de todo el mundo”. Está satisfecha con este tipo de charla porque afirma que así todos los grupos que trabajan en relación con el tema del Sida pueden conocer de primera mano las novedades y aportar su granito de arena en función de su propia experiencia.

Sin embargo, sí reconoce que la población en general no está muy por la labor de seguir con interés estos encuentros porque también se ha perdido cierta sensibilización con el tema del Sida. De hecho, parece que algunos sólo se acuerdan cuando se celebra el día mundial de la lucha contra la enfermedad y ven a gente en la calle con los lazos rojos. Es más, la responsable de Médicos del Mundo explica que “si bien cuando fue el boom y se habló tanto sobre el tema a finales de los ochenta y noventa hubo muchas campañas informativas muy efectivas como lo que si da o no da; sin embargo, ahora se hacen promociones mucho más abstractas que no están llegando tanto a la población”. En este sentido, dice que los jóvenes y heterosexuales, que hoy por hoy, son los que están presentando mayor prevalencia de la enfermedad, son los que siguen creyendo que a ellos no les va a tocar. “Nos hemos relajado y estamos danto más importancia a la gripe aviar que al Sida y por eso la población no tiene ni idea de lo que está pasando en Toronto”, comenta con tristeza al destacar que “hemos vuelto a considerar que hay grupos de riesgo como los drogadictos por vía parenteral, que se inyectan droga, o los homosexuales o prostitutas, lo que es absolutamente falso porque el mayor riesgo es la falta de información y la falta de prevención”.

Las personas que sufren esta enfermedad sí tienen interés por las conferencias como la de Toronto pero obviamente prefieren soluciones específicas para su día a día. Dolores Bravo de Laguna explica que los infectados normalmente optan por que sean los médicos los que se preocupen por investigar y los que atiendan a lo que se dice en estas charlas pero que lo que a ellos les lleguen sean los remedios. Es más, hay tanta información y tantas conclusiones que es difícil asimilar tanto contenido.

Cercanía de África

Una de los datos aportados en el encuentro de Toronto refleja que el 65% de los pacientes tratados se encuentra en África y sin embargo, el 70% de los infectados del África subsahariana, el principal foco de la epidemia, no tienen acceso a los fármacos.

Podría pensarse que dada la cercanía del continente a las Islas y la constante llegada de inmigrantes podría hacer a los canarios especialmente sensibles al tema. Sin embargo, en opinión de la responsable de la ONG, los que vivimos en el Archipiélago no tenemos una preocupación mayor a este respecto que los que residen en la península. Comenta que “el VIH no es un virus que venga por el aire”. Dice Bravo de Laguna que Médicos del Mundo atiende a cerca de 2.000 inmigrantes al año y el nivel de infectados es bajísimo. Es más, asevera que “con este tipo de dolencia, ni siquiera podrían afrontar un viaje de doce o quince días en patera hasta Canarias”. Esto lo atribuye a la falta del tratamiento adecuado de esta enfermedad en el continente negro.

“Quizá cada vez seamos más insensatos, no porque no nos preocupemos por la cercanía del Sida de África, sino porque no dejamos que nos llegue la información sobre el virus”, explica la coordinadora de Exclusión Social de la ONG. Comenta que es increíble que haya jóvenes o adolescentes que todavía no sepan cuáles son las formas de contagio.

En cuanto a las conclusiones que Médicos del Mundo ha podido ir extrayendo de la conferencia de Toronto, Dolores Bravo del Laguna comenta que “viendo también nuestra experiencia, nos hemos dado cuenta de que son las mujeres que tienen el VIH, que además se contagian biológicamente con mucha más facilidad, las que sufren un mayor nivel de exclusión social,”. En este sentido quiere concienciar a los hombres sobre la utilización del preservativo en sus relaciones sexuales y destaca el grado de irresponsabilidad que supone que muchos de ellos lleguen incluso a pagar más por practicar el sexo con prostitutas sin condón.

Otro de los asuntos en los que la responsable de la ONG quiere insistir es en la necesidad de enfocar las campañas de prevención hacia los sectores más jóvenes de la población, a ser posible desde la escuela, para evitar que el contagio cada vez se produzca en edades más tempranas.

Los canarios no temen que los inmigrantes traigan el Sida de África
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